El arte y la cultura en Aguascalientes, en ebullición pero desarticulados
Un
recorrido por la cultura y el arte de Aguascalientes a través de entrevistas
publicadas a lo largo de dos años en el blog Fin de Semana, la voz cultural de Aguascalientes
Por
Jorge Luis Heredia
Entrevistas
con algunas de los principales personajes de la cultura, durante dos años del
blog Fin de Semana, muestran a un
Aguascalientes que semeja a un volcán apunto de erupción, pero nadie sabe
cuándo lo hará. Las fumarolas de festivales y encuentros son frecuentes y
algunas intensas pero aisladas. Los porqués van desde la crítica de las becas
como una trampa para hacer carrera literaria o que los actores y actrices
todavía no pueden vivir del teatro y que inevitablemente tienen que salir de
Aguascalientes para crecer. Sin embargo, en este momento todo parece indicar
que las placas tectónicas se están reacomodando, el arte y la cultura se
encuentra en plena transición de la visión de Víctor Sandoval, del que dice
Jorge Terrones que su gestión era tan grande que ensombrecía su poesía, a una visión
renovada que se está amasando, principalmente, entre las nuevas generaciones de
profesionales del arte que egresan de las universidades.
Detalle de la obra de Social Religion del artista de Aguascalientes Alex Wolf. Foto: Fin de Semana. |
Por sus 900 mil habitantes y los 444 años que cumplirá la ciudad el próximo 22 de octubre, parecería haber la energía suficiente para la erupción volcánica. De hecho, sólo por el número de habitantes y por la edad de la ciudad se esperaría una fuerza cultural intensa, robusta, pero todavía la Feria Nacional de San Marcos es el tren que carga con una enorme oferta de expresiones artísticas, en lo que parece ser un atracón de veinte días, en los cuales se entrega el premio de poesía…, y en el resto del año quedan algunas islas, algunos movimientos independientes, danza y teatro intermitentes, conciertos esporádicos, en parte porque quizás falten espacios como lo asienta el guitarrista de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Juan Reyes Unzueta, en parte porque faltan públicos y en parte porque faltan propuestas artísticas que al final de cuentas jalen públicos.
Nuevas iniciativas
Dos estudiantes de la Universidad de las Artes, Luis Duque
Romo y Nicole Pons Elizalde, organizaron el Primer Encuentro Regional de
Guitarra Clásica con el guitarrista italiano Mauro Zanatta como
estrella del evento, en un espacio alternativo porque, todo parece indicarlo
así, las autoridades culturales no creyeron en la propuesta. Finalmente
encontraron la escuela Manos, guitarra y arte que dirige Sergio
Vallín, pero nadie sabe si el próximo año los estudiantes tendrán la energía
suficiente para seguir peleando contra viento y marea para lograr el segundo
encuentro.
El Réquiem de Mozart fue la carta de presentación de una
orquesta que creó Daniel Romo, no por generación espontánea, sino debido a un
largo proceso de formación de músicos en Aguascalientes, que buscan por donde
salir, donde tocar, donde presentar su oferta musical. No es ninguna iniciativa
gubernamental, ni apoyada por institución alguna, nació básicamente de dos
personas, Daniel Romo y Meri Carapetyan, que tuvieron la epifanía de una nueva
orquesta y que lograron contagiar con su sueño a músicos y cantantes del
cuartero Wolfgang, de Amicitia y de Marcato. Sin embargo, las condiciones no
han sido las adecuadas en Aguascalientes, para su continuidad.
Imagen completa de la obra de Alex Wolf. Foto: Fin de Semana. |
Los festivales que ya son de Aguascalientes
Definitivamente
Margarita Benavides ha logrado consolidar porque “era necesario”, el Encuentro
Violoncellístico que en este agosto llegará a su quinta edición. Partió de cero
y sigue en la pelea, con sus propios recursos y con las gestiones que ella
misma realiza. De hecho, su pequeño departamento se convirtió en un semillero
de violoncellistas y en hotel para músicos europeos y mexicanos que acuden al
festival. Margarita, que no para, ha dado un nuevo salto, se unió con gente
creativa y entusiasta para formar la Asociación Interdisciplinaria para el
Desarrollo de Arte y Cultura, pues a estas alturas del partido parece
haberse dado cuenta que Aguascalientes debe continuar con iniciativas de sus
ciudadanos y no esperar los recursos del gobierno para dinamizar y acrecentar
el arte y la cultura.
Otro de los festivales que llegaron para quedarse es el que
organiza desde hace diez años la bailarina, profesora y gestora Diana Venegas,
quien está plenamente convencida de que falta una industria de la danza
contemporánea en Aguascalientes. También inició desde cero, sin el apoyo de
instituciones culturales. Para realizar el primer festival de danza
contemporánea, recuerda, sus amigos y familiares pusieron las cacerolas de
comida, los cuartos de sus casas para que durmieran los bailarines que, a
propósito, venían a bailar pagando sus propios pasajes. Así se siembra el arte
y la cultura en esta semidesértica tierra de Aguascalientes.
Vivir de la profesión artística
El director de teatro Juan Manuel Bárcenas es muy claro, en
Aguascalientes todavía no se puede vivir del teatro y el también director Alfredo
Vargas hace énfasis en la necesidad de que quienes se dedican a esta profesión deberían
vivir del teatro. Mientras que la profesora de teatro Erika Cortés no lo duda,
ni por un segundo, en que para crecer hay que salir de Aguascalientes y es que
al final de cuentas, dice J. Concepción Macías, el teatro está en una etapa de
supervivencia.
Para poder sobrevivir de la profesión artística es necesario salir
de Aguascalientes, como entre otros lo han hecho Julieta Gascón Roque que
después regresó como parte de una compañía europea. Sus raíces están en La
Columna de Aguascalientes y en la compañía de teatro Proscenio. También Eduardo
Orozco salió para buscar su consolidación en la
Ciudad de México. De la misma manera el escritor Roberto Bolaños, con
tal determinación que dejó todo para encontrar su sueño. Deja su lugar como
profesor de la Universidad Autónoma de Aguascalientes que, digamos,
laboralmente ya es tener ganado un pedacito de cielo, deja a su familia, a sus
amigos para irse a la Ciudad de México, sabedor de que en Aguascalientes falta,
dice, la gran figura literaria.
Los consagrados
El camino
no ha sido ni fácil ni rápido para algunos artistas de Aguascalientes que han
trascendido. Andrés Vázquez Gloria es un artista del que se enteró primero el
mundo de su capacidad, antes que Aguascalientes. Bajó al infierno para
experimentar el arte con prostitutas, limosneros, indigentes, mendigos y él
mismo se volvió uno cuando se convirtió en una especie de piltrafa humana
durante su periodo en prisión, de donde lo que obtuvo fue nueva inspiración y
conocimiento para producir más obras de arte verdadero, no para adornar
consultorios, ni hoteles, ni restaurantes, sino para mostrar la esencia humana,
en la que sin duda se podría perder, si no fuera por sus hijos, por su esposa,
que le permiten saber que también pertenece a este mundo.
Andrés Vázquez Gloria. Arte verdadero. Foto: Gerardo González. |
Otro es Juan Castañeda, artista con una trayectoria de 56
años que entre sus reflexiones ha hecho propio el concepto de libertad y lo ha
llevado a su obra y ahora se da el lujo de expresar en el arte lo que piensa,
lo que siente, sin límites. Y este hombre que al mismo tiempo ha aprendido a
decir lo que piensa, critica sin más a los artistas que viven de la venta de
obra de arte en Aguascalientes, porque hacen cosas que no implican mayores
cosas que ser decorativas de un espacio donde puedan combinar con las cortinas
y el sofá. Este hombre lleva a sus espaldas, además, la gran responsabilidad de
ser el maestro de varias generaciones de artistas visuales. Es parte indudable de
la historia del arte en la ciudad.
Juan Castañeda: plena libertad. Foto: Fin de Semana. |
El cambio
Definitivamente, tras el intenso trabajo desarrollado hace
algunas décadas por Víctor Sandoval, hoy por hoy hay otros valores que le dan
un nuevo rostro al arte y la cultura de Aguascalientes. Entre ellos vale
destacar la visión de Rubén del Toro criticado por renovar la visión del ferial.
Dice con claridad que hacer esta obra artística como hace décadas es como
querer empedrar las calles como hace cien años. Al ferial le ha dedicado más de
la mitad de su vida, como bailarín y como director artístico. Lo ha visto
crecer y ha visto de cerca las visiones que chocan, unos para que palpite a la
frecuencia de nuestro tiempo y otros por volver a una etapa que sólo existe en
la añoranza. Rubén del Toro, por el contrario, reconoce que no sería lo que es
sin todos los que lo han construido y ahora las nuevas generaciones con
educación artística tienen ante sí la responsabilidad de que el ferial se
transforme al ritmo de la sociedad y de que no se estacione en el tiempo, de que
no se vuelva de piedra.
Thalía Zavala Rojas tiene encendida la pasión por la danza.
Sus ojos brillan cuando habla de danza, de hecho, parece respirar danza. Esa
pasión un día estuvo a punto de apagarse y entonces llegó su ángel de la
guarda, el maestro de la danza José Luis Sustaita, para decirle que debía
seguir, que tenía todo para seguir y se graduó… Thalía no opta por los
festivales, más bien se dedica a formar nuevas generaciones que frecuentemente
compiten a nivel nacional e internacional y obtienen primeros premios de manera
invariable. Se ha echado a cuestas el trabajo de formar a los nuevos bailarines
y bailarinas que con excelencia dan la cara por Aguascalientes en México y el
Mundo.
En cuanto a los escritores, aunque existe un número relevante
que está proponiendo y escribiendo obras, parecen digamos tener su propia
problemática, una problemática que tiene que ver más con un problema nacional que
uno específico de Aguascalientes. Para la escritora Ilse Díaz, parece que todos
o casi todos los escritores de Aguascalientes caen en la trampa de ser
«foncas», ese mundo en donde todo parece girar alrededor de las becas,
concursos literarios y reconocimientos oficiales “para descansar en paz”. A ese
mundo Ilse Díaz se resiste de pensamiento, palabra y obra.
Roberto Martínez Belmont es un joven actor que ha
incursionado de manera firme en la dirección teatral. Su visión es clara en
cuanto a no negar el teatro viejo, pero sí de darse la oportunidad de descubrir
cosas nuevas. Para él, las
nuevas generaciones “estamos” hambrientos de hacer cosas nuevas y lo ha logrado
ya con obras como El Tambor, pero
de manera más notoria con Estudio de una depresión, la propia y la de los
más cercanos, triunfadora en 2017 de la Muestra Estatal de Teatro. Más
recientemente participó en Un tren para luna y actualmente tiene en
cartelera Manual para sobrevivir al verano. En el fondo Roberto muestra su
sencillez cuando dice que no está inventando nada, más bien se pregunta,
“cómo lo hago yo, cómo lo reinvento yo con estas nuevas herramientas, con la
tecnología, con nuevas teatralidades, creo que eso es lo interesante”.
El volcán de arte y la
cultura
Esta
tierra, en la que se fundó la modernidad poética de México hace 50 años con el
premio de poesía Aguascalientes, en cuestión de arte y cultura hoy se encuentra
como un volcán a punto de erupción, alimentado por la energía de muchas
personas desde diferentes trincheras, como Anual
Atala que sabe que Aguascalientes es una ciudad necesitada de la vida intensa
que proporciona el arte, la profesora Gabriela Itzagueri Mendoza que impulsa a
los estudiantes para que apuesten a ser los primeros accionistas de su empresa,
Jorge Campos que, afirma, está en búsqueda
de una nueva forma de presentar el folclor, y tantas otras voces que acompañan
a las nuevas generaciones de profesionales del arte, que buscan nuevos
paradigmas para tratar de hacer clic con una sociedad en constante cambio y que
crece a razón de casi 200 mil habitantes cada década.
Hoy Aguascalientes sigue apostando por la industria
automotriz con Nissan I, con Nissan II y ahora con la llantera Continental,
pero en definitiva la industria del arte y la cultura podría ser la nueva
definición de la ciudad y eso que llaman la industria creativa podría generar
tantos empleos como la industria automotriz, como lo ha dejado manifiesto aquí
en Aguascalientes el cineasta Carlos Argüello que ve un enorme potencial en las
nuevas generaciones de profesionales del arte que, aunque desarticulados
quizás, sólo quizás, pueden ser la chispa que falta para que el volcán del arte
y la cultura en Aguascalientes finalmente haga erupción.
findesemana.ags@gmail.com
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Fin de Semana, La voz cultural de Aguascalientes, agradece su preferencia y le invita a compartir con nosotros sus comentarios en torno a la cultura de nuestra entidad, que alguna vez desearíamos ver con menos nota roja y con más, mucha más cultura, y, como diría la pintora Rosa Velasco, con gente más sensata, más honesta, más sensible. Sea, pues.