La palabra poética para desautomatizar a la sociedad: Adán Brand
Desde chico me sentí interesado por las letras -y muy particularmente por la poesía- por la manera en que a través de la palabra uno podía hacer que las personas cambiaran, hicieran o dejaran de hacer cosas Antes se creía a ciegas en la religión, un tiempo fueron los noticieros de la televisión, ahora algunos ven como palabra divina lo que se publica en facebook y ni siquiera se toman el tiempo para ver si los datos son verdaderos. Por Jorge Luis Heredia Me imagino de siete años a Adán Brand en la iglesia. Es domingo por la mañana y se encuentra bien abrigado, muy limpio, pero sobre todo está atento a las palabras del sacerdote. Quizás otros niños se estén durmiendo o jugando para pasar el obligado tiempo, pero no Adán, él se encuentra atento, con los ojos inmensamente abiertos y fascinado con las parábolas de Jesús, el sembrador, la semilla de mostaza, la de la oveja perdida, pero definitivamente aquel niño entra en éxtasis cuando escucha el Lázaro,