El machismo, como el feminismo, es un error: Dolores Castro

Entrega IMAC premio Dolores Castro en poesía, ensayo y narrativa

•          Lo que más me gusta de esta época es que las mujeres podemos ir a una Universidad y educarnos para ser mejores
•          Yo pienso que naturalmente el premio Dolores Castro podría ser para todos, es mucho más equitativo, pero resulta que las mujeres tenemos una vida en la que verdaderamente sentimos y podemos expresarnos

Por Jorge Luis Heredia

Nació en 1923, el 12 de abril para ser precisos. Dolores Castro Varela ronda ya los 95 años y se mantiene activa, lúcida, al grado de que ayer se presentó en el teatro Morelos de Aguascalientes para entregar el Premio Dolores Castro de literatura que organiza el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura. No opta por la jubilación, sigue al pie de las letras. Apenas en su cumpleaños 94 una agencia de noticias anunciaba que la escritora estaba preparando su nuevo poemario: El huésped.

Dolores castro prepara su nuevo libro: El Huésped. Foto: Jaime Lara Arzate.

Y poemas, eso es lo que hace Dolores Castro. Cuando doliente aún / entra por las rendijas / de mi ventana, / de cuanto él se duele / algo me duele a mí, / algo me duele, es de su poemario Algo le duele al aire. Dolores Castro inició como poeta, continúa trabajando como poeta y sus planes son muy claros: continuar en la producción poética.

Llama la atención que esta autora ha producido una veintena de obras literarias en grandes momentos productivos de su vida. De hecho, produce dos o tres años y luego desaparece del escenario por cerca de una década y luego nuevamente reaparece y vuelve a publicar y así, sucesivamente, hasta la década siguiente. Así han sido los primeros 68 años de escribir de Dolores Castro.

Del 49 al 52 publica El corazón transfigurado, Dos nocturnos y Siete poemas y desaparece. A principios de los sesentas produce La tierra está sonando, Cantares de vela y la novela La ciudad y el viento y desaparece por 17 años. Alrededor de 1980 produce Soles y Qué es lo vivido, que es cuando obtiene el Premio Nacional de Poesía, Mazatlán, 1980 y desaparece. Del 90 al 92 publica Las palabras, Poemas inéditos y No es el amor el vuelo  y desaparece. Alrededor del año 2000 publica Tornasol, Sonar en el silencio, Oleajes e Íntimos huéspedes y desaparece. Y más recientemente, alrededor del 2011 publica Algo le duele al aire, Viento quebrado, reedita en versión bilingüe El corazón transfigurado, Sombra domesticada, Pozo de Luz, (Poetazos) y finalmente reedita en inglés y en español Algo le duele al aire y ahora está preparando El Huésped.

En la noche de ayer, en la ceremonia de premiación Carmen del Rosario Ávila Jaquez obtiene el primer lugar en poesía por el texto El virus de Munch y además gana en ensayo con Ciudades Visibles. Rosa María Espinoza Galindo gana el primer lugar en narrativa con Postales de Inglewood. Por su parte Iltze Montserrat Ocampo Miranda obtiene mención honorífica en ensayo con Ensayo sobre la espera. Y como testigo de honor Dolores Castro. Muestra su fortaleza y le pido una entrevista para Fin de Semana y dice que sí gustosa.

¿Qué opina de que el premio Dolores Castro se abra también a los hombres? ¿Le gustaría eso?

Yo pienso que naturalmente el premio podría ser para todos, es mucho más equitativo, pero resulta que las mujeres tenemos una vida en la que verdaderamente sentimos y podemos expresarnos. Digamos, de mi abuela a mí, ha habido una enorme, enorme diferencia. A ella no la dejaban aprender a escribir ni a leer porque se iba a comunicar con el novio. Yo aquí estoy viejita y todavía funcionando… Creo que los temas de las mujeres en el premio no solamente pueden ser de liberación o en defensa de lo femenino, sino de ver el mundo de una manera en que todos contribuyamos a que haya libertad, a que haya capacidad de estar siempre pendiente de los valores humanos, el respeto a los valores humanos de hombres y mujeres. Ser mujer no quiere decir empezar a defender yo soy mujer y qué, sino ser mujer quiere saber ser hija, si es madre de familia, educar a hombres y mujeres.

¿Cómo ha visto el desarrollo del machismo?

El machismo, como el feminismo, es un error. El machismo es una forma de portarse no como un hombre sino como como un macho y en los animales hay machos y hembras, pero hay hombres y mujeres del género humano, que deben compartir la vida, no tratar de ir unos contra los otros, y deben pedir que se respete la vida humana, porque quien ama la vida la respeta para sí mismo y la respeta para los demás.

¿Qué es lo que más le gusta de esta época?

Lo que más me gusta de esta época es que las mujeres podemos ir a una Universidad y educarnos para ser mejores, pero siempre creo que es necesario contribuir con los hombres en un trabajo de mejorar este México que tiene muchas carencias, muchas injusticias. Yo creo en la justicia, pero creo más en la misericordia. Creo que hay una serie de valores que se han considerado en un momento dado como verdaderos valores y no lo son. Yo veo cómo batallan ahora las maestras de primaria, en secundaria para poderles dar educación a unos niños que no saben comportarse de ninguna manera, que hacen lo que quieren, que están peleando en clase, que llevan armas. Lo peor de esta época ha sido que los que tienen en sus manos el poder, han repartido armas y han hecho de la sociedad algo verdaderamente informe, no tiene forma, cómo es posible que suceda eso que campesinos pobres cultiven la amapola, pero para vivir, y que otros con eso hagan capitales de sombra y muerte, entonces me parece atroz y, eso, hombres y mujeres debemos combatir.

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