La función de la literatura es comunicar y no solo comunicar sino dialogar: Orfa Alarcón
Segundo Encuentro de Narradores
en el 442 aniversario de Aguascalientes
- Siempre tiene que hacer una historia que conecte con el espíritu del ser humano y que a pesar de las distancias geográficas y temporales, que le hable al lector
- El talento sin la disciplina se muere y la disciplina sin talento no sirve para nada
Por Jorge Luis Heredia
Orfa Alarcón (México, 1979)
tiene en su haber Perra Brava y
prepara su próxima novela para el año que viene, ocho años después de la
primera. No sabe ni el nombre de su novela ni el de la editorial, pero todas
sus energías están enfocadas para que en 2018 se publique. Y es ella la
escritora que estuvo al frente de uno de los talleres organizado por el
Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura, durante el Segundo Encuentro
de Narradores de Aguascalientes.
Orfa Alarcón. Escritora. Foto: Fin de Semana. |
Hubo de hecho dos talleres,
uno para los narradores que se inician en este arte de la escritura, dirigido
por el poeta José Luis Justes Amador y otro para quienes ya cuentan con trayectoria,
dirigido por Orfa Alarcón, una escritora que hasta podría decirse que es tímida,
pero no, nada de eso, sabe su lugar, es discreta y tiene una suave mirada
inquisidora, y presiento que atrás de esa discreción se encuentra una mujer se
sabe las estructuras narrativas al revés y al derecho y que a eso se enfocó durante
el taller, a perfeccionar la técnica.
Es una mujer que parece
envolverse en un sutil manto de misterio. De pronto en la entrevista que
concedió a Fin de Semana se cierra y
luego abre una puertita por la que se puede ver su espíritu. No sé si las
preguntas le inquietan, si haya preguntas mejor formuladas que otras, o si
desearía en el fondo estar platicando con un experto en teoría literaria. Pero
por el tono de sus palabras, por el ritmo de su voz, presiento que en el fondo
desea regresar a su Linares, directa a su computadora, para darle forma a sus
nuevas ideas y cerrar de una vez por todas su nueva novela. He aquí algunas
puertas y ventanas que nos permiten acercarnos un poco más a la persona atrás
de la escritora y de la tallerista.
Orfa,
¿cuál es el nivel de escritura de los talleristas que estuvieron contigo?
Hay un nivel en general y es
muy bueno, a pesar de que no todos han estudiado letras. Yo no sé reconocer
quienes son los que han estudiado letras y quiénes no, porque todos están muy
parejos en ese sentido y de acuerdo a su edad van muy bien.
¿Qué
esperabas tú en este taller?
Realmente pensé que me iba a
encontrar con chavos menos preparados, pero no, el nivel que tienen es bueno y
están muy receptivos para aprender, entonces yo lo que estuve compartiendo con
ellos fue acerca de la técnica, porque las historias las tienen, entonces,
hacer ejercicios para detonar historias no tiene tanto sentido, sino sobre los
mismos temas que ya tienen, estuvimos más viendo las técnicas para lograr
cuentos más efectivos y todos estuvieron muy receptivos.
¿Cómo
está la literatura para ti aquí en México, en tu estado, en Aguascalientes, en
este momento?
Pues hay mucha creación y
también hay mucho impulso hacia los jóvenes que están escribiendo y hay
creación de la gente de todas las edades y de todos los estados. Entonces está
bien reforzar esta creación con conocimientos técnicos al respecto, pero en
general hay mucha obra y buena.
¿Qué
es una obra buena para ti?
Pue hablando en un sentido
estricto de lo literario, pues es un texto que habla con un lector. No es un
libro de autoayuda, sino que es un libro que le lleva el arte a los ojos del
lector. Desafortunadamente hay mucha producción de autoayuda y libros que son
no literarios.
¿Tu
enfoque es más poético, narrativo?
Narrativo.
¿Qué
historias haces?
Pues de todo. No sé a qué te refieres con qué historias hago…
¿Qué
escribes?
Escribo novela y cuento.
¿Y
tus temas?
Me concentro mucho en la
violencia.
Háblame
de la violencia.
¿En qué sentido?
¿Qué
es la violencia para ti, cómo la percibes, por qué te llama la atención, la
viviste?
No, pero la violencia es
cualquier cosa que rompe tu mundo en lo cotidiano. Ya sea física, emocional,
psicológica, cualquier cosa que te viene a sacar de tu orden, eso es violencia
y estamos en un país violento y en ese sentido pues hay muchos temas que se
notan a la hora de escribir. Por ejemplo, el grupo con el que estuve
trabajando, todos los cuentos, excepto uno, trataron de asesinato o violación.
Y si no trataban de eso, trataban de suicidio. La violencia es algo que nos
permea a todos los mexicanos.
¿Un
escritor debiera hablar de temas que nos permean a todos los mexicanos? ¿No es
como aprovecharse de algo que per se
la gente ya acepta, como para que la gente la acepte más fácilmente?
Es que no tiene por qué
hacerlo. Cada escritor va a elegir de qué va a ser su obra y en este taller los
temas fueron desarrollados por los chicos. Nadie les propuso un tema, ellos
llegaron con esos temas, entonces son temas que están eligiendo los escritores
actualmente.
¿Viste
alguna pluma que en cinco años, en diez años haga ya cosas muy profesionales,
haga cosas serias, que la gente lo lea?
Sí, creo que hay varios que
pueden llegar muy lejos. Todos tienen talento y hay unos que se están
esforzando mucho y se les nota. No te puedo decir nombres porque sería injusto
decir voto por alguno y sería como anular a otros, pero creo que de este taller
pueden salir grandes plumas.
¿Qué
criterios tendría un libro para que sea un buen libro literario de acuerdo
contigo?
Pues…, siempre tiene que
haber una historia que independientemente de que se desarrolle en México, en
China o en África, en el presente o hace siglos, o en el futuro, siempre tiene
que hacer una historia que conecte con el espíritu del ser humano y que a pesar
de las distancias geográficas y temporales, que le hable al lector, entonces en
ese sentido la literatura puede ser algo muy amplio, pero a la vez, algo muy
complejo, porque no toda obra escrita aquí, en el hoy, en el ahora, puede
conectar con alguien que está en Japón, en China o en Italia o con alguien que
va a nacer dentro de veinte años, simplemente la función de la literatura es
comunicar y no solo comunicar sino dialogar. Entonces en ese sentido podemos
descubrir lo que es literario y separarlo de lo que es simplemente motivación,
por ejemplo, literatura motivacional.
¿Para
ti que tiene más valor, el talento o la disciplina?
Las dos cosas. El talento
sin la disciplina se muere y la disciplina sin talento no sirve para nada.
¿Viste
talento?
Sí, vi talento y también vi
disciplina.
¿Cuál
es el proceso creativo que tú sigues?
Pues es que no tengo un
proceso en específico, puedo escribir en cualquier momento, a cualquier hora,
no tengo un proceso.
¿Qué
te inspira?
No sé, puede haber como
muchos detonantes, las noticias, lo que pasa, mis gatos, no hay un detonante específico.
¿Por
qué escribes?
Porque me sale bien.
¿Es
un talento?
Supongo que sí.
¿Y
la disciplina?
Pues también la tengo.
¿Y
cómo le haces? Ayúdame a entender…
¿Cómo?
¿Te
levantas en un día, haces apuntes cuando vas transitando, luego los escribes?
¿Cómo le haces?
Pues apunto mucho en
libretas y después todo lo paso a la computadora y ya después veo qué es, si es
un cuento, si es capítulo de novela, ya definiendo un género, entonces ya
empiezo a leer en sentido estricto de lo técnico, qué es lo que le falta, qué
es lo que le sobra y ya trabajo en base a eso.
¿Cómo
imaginas una novela que sea muy leída en México?
Pues no sé, creo que si
supiera contestar la pregunta, ya estaría escribiendo esa novela para
convertirme en la escritora más leída de México, pero no creo que haya una
fórmula, simplemente los lectores van decidiendo qué es lo que les gusta y qué
es lo que no.
¿Cuál
es el compromiso de un escritor, con su gente, con su literatura, con la
disciplina, con qué?
El compromiso de cualquier
escritor es el compromiso de cualquier ser humano, ser como es y dentro de eso
buscar su propia felicidad. No se trata de buscar la felicidad de alguien más,
de la familia, de los padres o de los hijos, sino que cada ser humano tiene
pocos años de vida en la tierra y tiene que preocuparse por tener esos años de
calidad. Si al escritor la felicidad se lo va a dar escribir, pues tiene qué
escribir, si se lo va a dar correr, pues mejor que se convierta en un
maratonista o si va a ser otra cosa… El compromiso de un escritor es consigo
mismo, como el de cualquier persona.
¿En
qué momento supiste que eras escritora, o que ibas a ser escritora?
Pues desde que aprendí a
escribir, lo único que a mí me gustaba era escribir y era lo que hacía y ya
sabía que me iba a dedicar a eso.
¿Alguien
te haya inspirado? ¿Qué te haya direccionado? ¿Alguna palabra que hayas
escuchado? ¿La disciplina de tus papás? Algo que haya detonado que te
inclinaras por la escritura.
No, pues siempre quise
escribir y contar historias. Entonces es lo que he hecho siempre y es lo que
espero seguir haciendo.
Ayúdame
a redondear esta entrevista. Ya conociste a tu grupo y a algunos escritores de
aquí de Aguascalientes, ¿cómo sientes el vigor, la vitalidad de la literatura o
de los narradores, para ser congruentes con el taller, de Aguascalientes?
Hay mucha energía y hay
mucho interés y lo más importante es que hay mucha disposición para aprender.
No hay actitudes, bueno, en mi grupo no hubo actitudes de a mí no me digan nada
porque ya lo sé todo, sino que todos estuvieron muy receptivos para aprender y
en general es lo que veo, que hay gente interesada en aprender y que tienen
buenas historias, buenas plumas y que
pueden aprender mucho más y quién sabe, de aquí pueden salir plumas,
novelistas o cuentistas, pero yo creo que están haciendo un buen trabajo.
¿De
qué sirve un taller?
Un taller sirve para poder
ver el texto desde afuera, poder separarse del estado emocional del texto y
evaluar los comentarios de los compañeros y de quien esté impartiendo el taller
y ver el texto con ojos más objetivos, ya no desde el enamoramiento que se
tenía hacia el texto, sino el texto como texto, si funciona o no, entonces para
eso es un taller.
¿Y
se logró eso?
Sí, claro que sí.
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