Lo que hace un director es buscar una verdad compartida: José Areán (II de II)

Entrevista exclusiva con el Director Artístico de la OSA

  •          Una de las más importantes máximas es no dirigir demasiado, la mitad de los conciertos y con eso estamos cumpliendo con todos los estándares internacionales que son por abajo del cincuenta por ciento
  •          La música es una especie de actividad espiritual, al mismo tiempo que un deporte de alto rendimiento
  •          Nuestra labor es guiar al público, a lo mejor hacer cosas que no saben que existen

Por Jorge Luis Heredia
Segunda y última
El director artístico de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, José Areán, busca en esta nueva aventura de su vida, a la cabeza de la OSA, relaciones duraderas, “no de un minuto”, lo que precisamente se requiere para lograr una tarea gigante, que es posicionar a la orquesta como embajadora de Aguascalientes y de México. Está acostumbrado al trabajo, de hecho, para él podríamos decir que el trabajo es vida, por lo que ello no será un obstáculo, como lo declaró en entrevista.

José Arean. El rumbo de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes. Foto: LAV Juan Carlos Pérez Martínez.

 
La entrevista, que fue planeada para quince o veinte minutos, se extendió por una hora. Fin de Semana decidió publicar los textos completos en virtud de la riqueza en las reflexiones de José Areán y su generosidad con el tiempo. He aquí la segunda y última parte. 

Cuando yo veo un concierto, y cuando te he visto aquí dirigir la orquesta y con el antecedente de que te gusta lo contemporáneo, el jazz, la improvisación, me pregunto, ¿cómo un director resuelve esa parte de estar ajustado a una partitura?
Bueno, la resuelves o en lo teórico o en lo práctico. Yo ahorita estoy tocando en un grupo de blues con mis amigos en México, con los que siempre he tocado y lo digo con gran orgullo, con gran diversión, es algo que me satisface en mucho más de un sentido y que toda mi vida he llevado a cabo y que muchas veces me preguntan cómo se salta de lo clásico al rock o el blues o al jazz, y les digo no sé a qué se refieren con salto, es música ¿no? Ambas son música, y parecería ser que esos saltos se los imagina uno por todo lo que conlleva el tipo de vida que los arquetipos dictan. El arquetipo dicta que el músico clásico debe ser una persona de ciertas características, y que el músico de rock y el músico de jazz tienen estas otras características, pero como todo conlleva un cierto grado de perjuicios, ¿cómo las suplo?, es que las practico, afortunadamente nada me falta.

José, hablar de blues te da hasta cierto estatus social, pero cuando mencioné la Banda El Recodo vi como que se te dificultó, ¿qué opinas de esa música popular mexicana, y en general de toda la música popular mexicana, particularmente la que está de moda?
Yo soy un fan absoluto de la música ranchera, de la música mexicana, llamada fina como Bésame de María Greever, soy admirador ardiente de Jorge Negrete y de Pedro infante y de sus herederos que los tenemos también, los Fernández tienen lo suyo, soy entonces en ese sentido un poquito chapado a la antigua, me gustan los tríos románticos, casi no hay música que no me guste, hay muy poca música que deteste. Por alguna razón me cuestan poquito de trabajo las estudiantinas, extraño en mi teniendo raíces españolas, mis padres refugiados españoles de la guerra civil que se vienen a México, entonces la estudiantina y del paso doble debería ser algo normal… Me gusta mucho la música norteña también, pero hay algo de la música banda que me repele un poco y que creo que tiene que ver con la cultura, parecida a la que algún momento se dio en Estados Unidos con el rap, me gusta el spoken word, mucho de lo que se hace en rap me parece interesantísimo, lo que sí no me gusta es el enaltecimiento de la pobreza intelectual.

Una de las más importantes máximas es no dirigir demasiado, José Arean. Foto: LAV Juan Carlos Pérez Martínez.

Yo estoy pues muy en contra de aquellas actitudes que parecería que validan la ignorancia y la falta de curiosidad, no tienes que tener un doctorado para ser enormemente culto, he conocido gente que pueblo que son más cultos que muchas personas, porque tienen una cosa que se llama curiosidad. Entonces, regresando a tu pregunta, lo que yo siento el rechazo y no es a todo el género sino a ciertos aspectos, es precisamente a este enaltecimiento… Obviamente está el narcocorrido, por un lado, que es un fenómeno muy interesante, pero que híjole, me cuesta trabajo, me cuesta trabajo… Y digo, habiendo yo hecho una ópera, la de Camelia La Texana de Gabriela Ortiz, que explora precisamente el fenómeno de narcocorridos. Camelia La Texana es el primer narcocorrido jamás hecho… Entonces es un fenómeno cultural complejo, y yo no te diría que no tengo un rechazo total, sino que son cosas que veo y me quedo viendo y las tengo que analizar todavía más para entenderlas y saber qué pienso de ellas.

¿Entonces entiendo que tu visión es a crecer y no regresar a arquetipos, a antivalores…?
Bueno, es que crecer, ¿qué es crecer hoy? Yo siento que hay en general quien construye, quien destruye, quien práctica el entusiasmo hacia el futuro y el que practica solamente el pesimismo destructivo. Yo soy de los primeros, yo quiero echar pa´ adelante en ese sentido… Por ejemplo, los Ángeles Azules que hicieron no hace mucho tiempo un concierto, con la orquesta sinfónica y con otros orquestas, me parece muy interesante lo que hicieron y desde el punto de vista también musical, no despreciable, yo no estoy cerrado a un género o a una manifestación cultural, la búsqueda mía es donde se arraigan las cosas honestas y directas y sin juzgar, cómo podemos ir hacia adelante hacia un futuro mejor, digámoslo así.

Los anteriores directores de orquesta, hemos tenido uno de un año, uno de seis, uno de cuatro y hasta doce… ¿cuánto debe durar un director de orquesta al frente para que mantenga el ánimo, el gusto, el entusiasmo y tenga capacidad de auto renovarse, él mismo y la orquesta?
Muy buena pregunta, por supuesto, no es una cuestión de años, sino que es una cuestión de poder sentir y entender los momentos, tanto de una administración, de una ciudad, de un estado, es decir, el momento político por un lado, pero también el momento artístico y también la cercanía con el público, porque es muy fácil en efecto dormirse en sus laureles y una vez que llegas a un lugar y hay un primer entusiasmo, cómo haces que eso se mantenga, cómo sigues buscando una mejoría para la orquesta y cómo logras también que la química con la orquesta se mantenga fresca. Una de las más importantes máximas es no dirigir demasiado. La mitad de los conciertos y con eso estamos cumpliendo con todos los estándares internacionales que son por abajo del cincuenta por ciento. Y eso es muy importante porque si no, hay una sobre exposición del director con la orquesta y eso no es bueno. El director lo que hace es que maneja el carro y está acompañado de directores huéspedes, directores cercanos a la orquesta, Iván López Reynoso logró una gran química con la orquesta y definitivamente va a volver desde su trabajo en Alemania, ya quedamos en algunas fechas, incluso para el próximo año, y así vas buscando directores que tengan una buena química y una forma de hablarle a la orquesta, que renueven un punto de vista y que no es solamente el tuyo, que prepondera por naturaleza, pero no debe ser el único.

Entonces cómo mantener el interés de la orquesta, yo creo que es un trabajo muy honesto, de mucha profundidad y de mucho reconocimiento a los colegas, porque finalmente son colegas, y como el primus inter pares como se dice, el primero entre los iguales, lo que hace uno es liderar y llevar hacia delante, pero también busca repertorio tomando el de siempre sin abusar de lo nuevo, puedes echar mano de autores contemporáneos mexicanos, que tenemos extraordinarios en este momento, esa calidad está dada, entonces no tienes que elegir demasiado, yo tengo una lista así de obras que me gustaría interpretar para el público en Aguascalientes,  presentarles a los que les hablan desde ahora, desde el México de hoy y obviamente ahorita vamos a caer en lo que es obvio en mi persona, por mis intereses, que es las artes escénicas y en particular la ópera, ya la orquesta tiene esta relación dada y perfectamente hermosa que hay que conservar con el ballet y ahorita yo creo que hay que ampliar esa relación, traer la ópera a Aguascalientes, qué bien se merece su público, he visto que hay una sed de ello, además en México habiendo tantos cantantes es un absurdo no hacerlo.

Si volteamos hacia atrás vemos obras muy bien hechas, casi perfectas, uno piensa si las generaciones actuales también producen música tan bella o de tanta calidad, y me parece que tú vas en ese sentido…
Es como la literatura, no sólo está Cervantes y Shakespeare, o Moliere en el teatro, son grandes, hay una vitalidad en la literatura mexicana, en la latinoamericana y en la mundial, y yo creo que es igual con la música. No estamos comparando a Mozart o a Beethoven, son incomparables en otros sentidos, son producto de otros tiempos, de otra forma de pensar, son universales y seguirán siendo parte de nuestro ideario, pero también hacerle caso a lo que se está haciendo hoy en día.

José, ¿qué papel tiene la mercadotecnia en la construcción de la imagen de un director u orquesta para que tenga renombre?
Qué buena pregunta y nos podríamos pasar mucho tiempo... En términos generales se diría que la mercadotecnia tiene obviamente un papel y ese papel siempre es benéfico, se pueden construir artistas y que quizás no son el mejor artista, pero lo vendes bien, viene bien empaquetado y entonces se vende mejor. Y no sólo sucede en nuestro país, sucede en todo el mundo. No es casualidad que la mayoría de los cantantes, pianistas y violinistas sean como estrellas de Hollywood, se ven todos guapos, todos lindos, delgados, con grandes personalidades, maravilloso, pero digamos empieza uno a sospechar, es decir, ¿estamos produciendo más gente bonita o sólo la gente bonita tiene acceso? Ésa sería la primera pregunta. La desaparición de artistas como sopranos y tenores, que tenían lo suyo físicamente y ahorita casi no los ves. ¿Están vetados por su apariencia física? Es posible, hay también un aspecto que tiene que ver con que los directores de escena de hoy en día están más identificados con los arquetipos del cine, y de Hollywood en particular.

Yo en particular soy más partidario en mis esfuerzos de difundir mi trabajo y el trabajo de la orquesta. Soy más partidario, no de llamarlo mercadotecnia, sino creación de comunidad, lo que debería de haber es una identificación emocional, que ya en Aguascalientes es bastante incipiente.

Un chofer de taxi me saca plática, y finalmente me sacan que soy director de orquesta… Inmediatamente ¡la sinfónica, claro!, se siente algo que en la ciudad de México es más difícil porque es una ciudad de veintitantos millones de habitantes, y las cosas se disipan más, en una ciudad como Aguascalientes el orgullo y la identificación inmediata, ¡ah, esa es mi orquesta, esa es la orquesta de Aguascalientes! Eso es interesante, el hecho de que la orquesta dé sus conciertos en la feria, eso es importantísimo, hay una identificación, lo que hay que hacer es construir sobre esta identificación una necesidad, y es como la necesidad de cariño pues, en un mundo que todos están compitiendo por el tiempo libre, el pulgar lo estamos viendo continuamente y es el ejercicio favorito de la juventud, ¿cómo hacemos para competir en un ámbito de tiempo libre donde está el celular, la computadora, el deporte y muchas otras cosas que siempre ha habido antes, la televisión ahorita quizá menos, la gente ve Netflix.

En ese ámbito del consumo, cada vez más personalizado, y menos gregario y la orquesta, la música clásica tiene eso, que exige que vengas con muchos, somos varios cientos de personas en el público viendo eso y maravillándonos, ante casi cien que están al frente de nosotros haciendo un prodigio, como arte de magia, entonces más que mercadotecnia yo diría que lo que pasa es que estamos luchando en un campo muy abierto de competencia por el tiempo libre, y muchas de ellas están en contra de la corriente normal que es rápido, rápido, rápido… Una sinfonía de Bruckner no es rápido, rápido, rápido… Hay que tener cierta paciencia, es como estar en un café y platicar con alguien, es como la sobremesa, es algo que se tiene que sentir y que se tiene que vivir como un acto de generosidad, y no hay acto más generoso que darle a alguien una hora, y la vida está hecha de tiempo y yo soy siempre muy agradecido con el público porque viene y te da esa hora, esa hora y media…

Que tú se la das también…
Sí, pero entonces en efecto es una cosa de dos vías, no es una exigencia mía, ni lo contrario, sino es un encuentro y es como irse a tomar un café o una copa con un amigo, es eso, es un tiempo para una causa común. Entonces simplemente para terminar una respuesta muy larga, la mercadotecnia tiene que ver mucho con lo que se hace hoy en día, pero yo soy más partidario de decir no hagamos mercadotecnia, hagamos enlaces y sobretodo que sean enlaces emocionales y de inteligencia, y sí son enlaces de inteligencias creo que estamos mejor.

José, te veo a ti a todo galope en un caballo contemporáneo, por eso te pregunto, ¿qué tanto lastre consideras que tenemos de algunas tradiciones que ya son como de piedra?
Qué bueno que mencionaste la mercadotecnia, porque tiene que ver. La mercadotecnia funciona así, dices, qué necesita la gente y cómo será el empaquetado. Necesita tomar agua, entonces yo voy a empaquetársela padrísimo, la voy a vender y se los voy a vender más cara, pero le voy a hacer creer que es mejor agua aunque sea la misma, y algo muy similar sucede con un público. Nosotros sin embargo como orquesta no le preguntamos al público necesariamente como un mercadólogo lo hace, que necesitan, porque allí cuando me digan que necesitan se los voy a traer como si fueran magos que venían en las carretas antiguas, un poco de charlatanes como en El elixir de amor, aquí tengo elixir de amor, ¿no quiere uno? Más bien nuestra labor es guiarlos, guiar al público, a lo mejor hacer cosas que no saben que existen. Lo pongo de una manera más sencilla, estamos en un mundo lleno de carencias, no sólo digamos físicas, de comida, de ingresos, incluso en Europa, donde se tienen todas esas carencias resueltas, hay carencias enormes, la gente está deprimida, la gente se divorcia, la gente está sola y yo creo que lo que nosotros debemos hacer es saber dónde están esas carencias, esas carencias que tienen que ver con el espíritu, y no hablando de religión necesariamente, hablamos del alimento del espíritu que es el pensamiento, los sentimientos y las relaciones entre personas, entonces cuando me dices que hay muchas tradiciones, te diría claro que sí, hay muchas tradiciones y las que hay que mantener, son aquellas que nos hacen todavía comprender al Shakespeare, el amor, el desamor, la amistad, la lealtad, la honestidad, y todas las otras cosas que están en contra de eso son las cosas que siempre vamos a querer porque somos seres humanos y en esencia no cambiamos mucho, cambiamos en modas, pero lo que realmente tenemos adentro, difícilmente lo cambiamos. Entonces me pregunto si las redes sociales nos están dando aquello que tanto anhelamos, que es compañía.

José Areán, tú como hombre, como músico, ¿qué deseas?, ¿qué quieres?
Creo que muchas de las cosas que la gente quiere, es lo que yo quiero. Pertenecer, quieres relaciones estimulantes, amigos, familia, quiero mantener la curiosidad, quizás una de las cosas que nunca quiero perder. Si me mantengo curioso a lo mejor tengo el chance de conocer más cosas y el cómo hacer más cosas y el saberse ignorante de tantas cosas es de las cosas más bonitas que hay porque queda una perspectiva enorme de hacia dónde puedes ir, y ese adónde ir son dos cosas, el conocimiento, saber más cosas, visitar más lugares, conocer más gente, tener más ideas que te proporcionan otros, pero por otro lado también obviamente el cariño, la relación, soy un nombre más de relaciones duraderas que de relaciones de un minuto, me gusta pensar que la orquesta es una de ellas y que no importa cuántos años esté con ellos, con otras orquestas, siempre que regreso a ellas tengo la sensación de que veo a un amigo. Y así me pasa con ciudades cuando regreso y digo esta es mi vieja amiga, mi vieja amiga Bueno Aires, mi vieja amiga Barcelona, mi viejo amigo París, Viena o Aguascalientes, así quiero que sea, eso es lo que busco, que la curiosidad no se me acabe, que mis amigos no me dejen.

Entonces va una pregunta más difícil todavía, ¿cómo te ves en diez años?
Más viejo, con más canas, quizás menos pelo. Esto en un momento en el que de verdad me siento privilegiado, al cumplir uno cincuenta años yo no sé qué pasa con la gente. A mí me pasó que sentí que aquello que siempre te causa inquietud de la buena, no de la mala, inquietud de inseguridad me refiero, empieza a desaparecer porque ya entendiste que parece ser que no lo haces tan mal, que ya más o menos sabes al menos la esencia de lo que estás haciendo, eso es apenas el principio del camino, saber que sabes un poquito y tener esa tranquilidad de decir al menos eso lo puedo hacer, el principio de un camino que es el objetivo de muchísimos años, que no sean diez años, yo espero que dentro de treinta, cuando tenga 81 pueda seguir dirigiendo, porque apenas le voy a estar entendiendo, es la sensación que tengo. Digo, es que no le había entendido antes, entonces regresas a una obra y dices ya la habías hecho diez veces y nunca le había entendido, y esa sensación de que estás creciendo, que estás entendiendo más, y cada vez que entiendes más te das cuenta que todavía queda mucho camino por recorrer. Así me veo dentro de treinta años, no se diez.

Ayúdame entonces, ¿cómo quieres que la orquesta de Aguascalientes, que la sociedad de Aguascalientes te vea en treinta años?
Como un viejo amigo al que se visita de repente, es decir, hay amores de lejos, hay amores cercanos, hay amores intermitentes, la verdad es muy raro esto de los cariños, empieza uno a querer más gente y luego anda toda desperdigada por el mundo y los puedes ver no sé cada cuánto, y obviamente está ese pequeñito círculo de amigos de siempre, pero los amigos que se van cultivando lo largo de la vida profesional son profundos, yo lo que quisiera así dentro de treinta años, si Dios me da licencia, que podamos ver hacia atrás con cierta satisfacción, en que uno puede reconocer errores y cosas que no fueron buenas, que prevalezcan las cosas buenas que hiciste y que sean la mayoría y que te equivoques poco y que en general puedas ver hacia atrás con poca pena, con mucho cariño y con mucha nostalgia, yo diría que sea así.


findesemana.ags@gmail.com

Comentarios

Entradas populares

El machismo, como el feminismo, es un error: Dolores Castro

El arte es muy incómodo para los poderosos, causa conciencias: Mauro Zanatta

Para la soprano María Reyna, uno siempre tiene que luchar por lo que quiere

Crea Juan Carlos Pérez obra de arte para hablar con el inconsciente

La trampa de las becas como única forma de hacer carrera literaria: Ilse Díaz

Falta en Aguascalientes la gran figura literaria: Roberto Bolaños

El Réquiem de Mozart es nuestra carta de presentación: Daniel Romo

La retribución de un artista es injusta: José Luis Sustaita (II de II)

Regresar el ferial al pasado es como querer empedrar las calles como hace cien años: Rubén del Toro