En bienestar ya no está en la realidad, sino en el discurso de las pantallas: Armando Andrade

Festival Iberoamericano de Arte Electrónico (Ctrl+Ñ) en Aguascalientes

• "No encuentro la felicidad en esta humanidad, por lo tanto la virtualidad me la puede dar"...

Por Jorge Luis Heredia

Parece que no pasa nada. Que en Aguascalientes no pasa nada. Es necesario abrir los ojos un poco para ver y, justo abiertos, hay un desfile de eventos que están transformando la vida de la ciudad. Algunos casi pasan desapercibidos, como el Festival Iberoamericano de Arte Electrónico (Ctrl+Ñ), que utiliza las bellas, solitarias y gigantescas instalaciones del Museo Espacio como sede para una serie de conferencias, talleres y conciertos o intervenciones sonoras.

Armando Andrade Zamarripa, cineasta.

El ambiente propicio para el cineasta Armando Andrade Zamarripa, quien discurre sobre La realidad aumentada en el post humanismo, algo así como la época caracterizada por un organismo que trasciende los límites biológicos y naturales por su relación con las nuevas tecnologías y en particular con la realidad aumentada, realidad virtual o la realidad inmersiva, lo cual tiene un soporte intangible, entendido éste como que es solamente soportado por lenguajes que no son humanos.

La realidad aumentada toca a todos. “Yo tengo un celular, dice Andrade Zamarripa, que ahora a mi hija de once meses le encanta, por la realidad virtual, por ver al ratoncito Miky al lado de ella y justamente estas pantallas determinan las nuevas posibilidades de relaciones. El arte en sí mismo es un objeto de simbolización atravesado por estas máquinas inmersivas de un comportamiento originado por un discurso neoliberal, porque estas máquinas siempre se están actualizando, y siempre hay que consumir más para tener lo mejor”.

En esta realidad aumentada del post humanismo, la idea de estar conectado todo el tiempo habla de una disposición única, imprescindible dentro de esa frase capitalista del 24/7… Lo que permite crear comunidades permanentes, producto de la relación del hombre con las máquinas, como un producto inconcluso del humanismo, es decir, “no encuentro la felicidad en esta humanidad, por lo tanto la virtualidad me la puede dar”.

Otro ejemplo del post humanismo es el trabajo periodístico de Noni de la Peña, que ha experimentado cosas tan extremas como las que se pueden vivir en una guerra. Noni comparte sus experiencias en guerras desde el punto de vista de la víctima presentando los hechos y los reconstruye en una modalidad virtual. El lector de este tipo de noticias se mete a vivir el hecho a través de lentes virtuales. Lo que está haciendo es “crear un nuevo humanismo y este y otros casos me llevan a reflexionar sobre el arte que se vive a través de la tecnología como un fenómeno o como una experiencia inmersiva ha provocado conflictos conductuales”, dice Armando Andrade.

Más allá de que tengamos como antesala esta idea del arte digital, explica Andrade Zamarripa, habría que repensar nuestra relación con estas formas de representación, para qué emplearlas, de tal manera que busquemos una nueva posibilidad estética.

El Festival Iberoamericano de Arte Electrónico (Ctrl+Ñ) tiene también la intervención de Carolina Villanueva con el tema La imagen en movimiento, desde el cine al gif, y plantea los conceptos de Fluxus y Dadá, que concebían que la vida es el arte y el arte es la vida, y “ahora sí está ocurriendo con base en las posibilidades tecnológicas y de manera interesante presenta a las nuevas generaciones, generaciones que pueden ver un video si los capta, pero si dura mucho tiempo y no los capta, lo desechan y esto, dice, “podría verse como un error de nuestra generación, pero no es así, es como una respuesta a la saturación”, quizás por ello el éxito del gif, tan rápido como efímero y a la vez capaz de convertirse en un sólido mensaje.

El Festival Iberoamericano de Arte Electrónico (Ctrl+Ñ), organizado entre otros por Andrea Alba, egresada de la Universidad de las Artes, arrancó el viernes y culminará el 31 de este mes de agosto. Alba manifiesta que “el objetivo es crear redes de colaboración entre gestores y artistas iberoamericanos y que se pretende descentralizar y democratizar el acto creativo y el acceso a la cultura, con enfoque principalmente en las personas interesadas en generar proyectos a través de las nuevas tecnologías”.

El evento, que esencialmente es independiente, tiene apoyos por artistas locales, creadores que pertenecen a otros colectivos, incluso amigos y familiares que han aportado equipo para montar las piezas. Institucionalmente apoyan el Museo Espacio, el ICA, la Universidad de las Artes y la UAA.

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