Asatia, sin voz propia

Por Jorge Luis Heredia

Aguascalientes se encuentra en la sangre y en los huesos de Asatia, la obra de teatro nacida del poder creativo y de la saliva del aquicalidense Eduardo Orozco, en la que él mismo actúa con Verónica Bravo. Asatia lleva en su interior la potencia de una mujer de veintitantos capaz de ser perfecta, salvo por un solo detalle, que es incapaz de tener voz propia para expresarse desde cada una de sus células, desde cada uno de sus sentimientos, sino del vacío provocado por la perfección actuada para los demás, lo que inevitablemente lleva a un camino que, cuando menos en la obra, no tiene retorno.

Eduardo Orozco, del Colectivo Berenjena de la Ciudad de México, con su obra Asatia en celebración de los 443 años de la Ciudad de Aguascalientes en el teatro Leal y Romero. Foto: Fin de Semana.
Paula es la actriz a la que Verónica Bravo da vida. Es incapaz de amar porque eso no está contemplado en ninguna de las materias de la maestría en música. Es incapaz de salir con la familia a comer porque pierde tiempo para su práctica de violoncelo. Y así, poco a poco se va desconectando de la vida misma, hasta que tocar ya no tiene sentido más allá del aplauso. Lo que viene después es una tormenta de soledad, incluidos los rayos y centellas. Lo que viene después de la desconexión humana, es sin duda la desconexión de la vida, como le ocurre a Paula.

Matías en cambio, el personaje principal de Eduardo Orozco, actor que por cierto, podría decirse que es fruto de las siembras del maestro Jesús Velasco en la Columna de Aguascalientes, es una persona más fresca. Funda una galería y, despojado de la teoría del arte, da sus opiniones de las obras que vende sin remordimientos, sin temor a lo que los demás opinen. El éxito de su vida consiste en dejarse fluir en este planeta sin demasiadas pretensiones, más que la propia vida.

Asatia, por cierto, es definida por Paula como la imposibilidad de disfrutar el presente, sin embargo, intuyo que en el fondo de lo que se trata es de la ausencia de voz, de una voz capaz de expresar su propia vida, de expresar sus alegrías y tristezas, sus corajes y triunfos y que por el contrario se dedica a ejecutar con perfección técnica las obras de los grandes músicos que ha dado este planeta. Pero nada más frío, sin un ápice de humanidad.

Asatia lleva ya rato en escena en México, ha recorrido Europa, y por primera vez se presenta en Aguascalientes dentro de los festejos por el 443 aniversario de la Ciudad. Eso sí, con entrada triunfal. La fila para entrar al teatro Leal Romero de la Casa de la Cultura casi llega al Centro de Artes Visuales de Carranza. Y así, con lleno total y con pasillos repletos, Asatia se coronó en Aguascalientes.

findesemana.ags@gmail.com

Comentarios

Entradas populares

El machismo, como el feminismo, es un error: Dolores Castro

El arte es muy incómodo para los poderosos, causa conciencias: Mauro Zanatta

Para la soprano María Reyna, uno siempre tiene que luchar por lo que quiere

Crea Juan Carlos Pérez obra de arte para hablar con el inconsciente

La trampa de las becas como única forma de hacer carrera literaria: Ilse Díaz

Falta en Aguascalientes la gran figura literaria: Roberto Bolaños

El Réquiem de Mozart es nuestra carta de presentación: Daniel Romo

La retribución de un artista es injusta: José Luis Sustaita (II de II)

Regresar el ferial al pasado es como querer empedrar las calles como hace cien años: Rubén del Toro