En Aguascalientes todavía no surgen los herederos de las glorias de Herrán y Posada: Juan Castañeda


Expone en el Museo de Arte Contemporáneo Esto, lo otro y aquello

  • Creo que en algún momento, alguno de los jóvenes que ahora se están formando va a ser ese digno heredero de las glorias de Herrán y de todas las glorias de Aguascalientes
  • Hace sin cuenta años era muy difícil que se aceptara el arte contemporáneo. Se evitaba, se eludía, no se hacía obviamente, pero mucho menos se aceptaba que viniera a presentarse


Por Jorge Luis Heredia

La libertad, la libertad, ese concepto tan abstracto como bello y apasionante es algo que se logra de distintas maneras, el despertar ocurre por vía de la revolución, o de maneras insospechadas como la prisión. Mandela, esa conciencia planetaria, encontró la libertad en una celda en la que vivió por veintiséis años antes de salir al mundo con la palabra venganza en cenizas. Juan Castañeda la encontró después de cincuenta y seis años de navegar en el arte y a sus setenta y cinco se da el lujo de decir lo que piensa, lo que se le antoja, sin temor a que alguien se sienta aludido. Ya no.


Juan Castañeda en el Museo de Arte Contemporáneo de Aguascalientes. Foto: Fin de Semana.

Por ejemplo, suelta así, en crudo, que artistas que viven de la venta de obra de arte en Aguascalientes lo logra porque hace cosas que no implican mayores cosas que ser decorativas de un espacio donde pueda combinar con las cortinas y el sofá. Va más allá, habla de que en este Aguascalientes de 2018 no hay artistas del tamaño de Herrán o de Posada. Y no se limita, ejercita la libertad. Habla de que todavía en Aguascalientes no hay una evolución del arte independiente, sino de que su evolución depende todavía del centro.

Uno no puede menos que preguntarse por el trabajo descentralizador de Víctor Sandoval, que posiblemente haya quedado inconcluso o sin un sucesor de su tamaño. Es como si el arte no hubiera encontrado todavía su lugar en los casi cuatro siglos y medio de la ciudad. Más claro, para Juan Castañeda el arte no es capaz de causar una revolución. Tales son las reflexiones críticas de un artista que pinta por placer, por necesidad de pintar y que hasta ahora, al menos, no le preocupa si vende o no una de sus obras. Vive del arte, sí, pero de actividades relacionadas, no de la venta de sus cuadros.

Juan Castañeda, el pintor de Aguascalientes que todavía no ve a un artista que pueda ser el heredero de Herrán o de Posada, expone su obra en el Museo de Arte Contemporáneo 8 su obra repleta de cuerpos de mujeres, no de rostros, de cuerpos y de moda, de pasarelas, ahí encuentra los motivos que le dan fuerzas para seguir caminando, que por ahora, es su máximo interés. Fin de Semana, la voz cultural de Aguascalientes, platicó en exclusiva con el artista. Estas son sus palabras.

Lo primero que le quiero preguntar es una cuestión difícil. ¿Tiene alguna obsesión con el cuerpo de la mujer?
Bueno, obsesión no creo. A lo mejor visto desde fuera puede ser que parezca que sea una obsesión, me gusta mucho la figura femenina, me gusta mucho trabajar la figura, inclusive es evidente que la idealizo mucho, me gusta, me gusta, y no es sólo por la belleza. Puede ser notorio que la mayoría de las obras no tienen rostro, porque no me interesa el retrato, me interesa la figura. No me interesa la identidad, me interesa la belleza, entonces, si alguna reacción y creo que sí puede ser, que les pueda parecer obsesivo, pero también sería dejárselos a su criterio y a su entender. Yo digo que no lo es, pero el que es drogadicto dice que no lo es…

Azul, una de las obras de Juan Castañeda en el MAC 8. Foto: Fin de Semana. 

Veo que además podría parecer otra obsesión la cuestión de la moda, ¿por qué le es cercana a usted y por qué lo manifiesta en su obra?
Esto es digamos circunstancial. En realidad toda mi obra no tiene otra intención sino la búsqueda de lo estético, de la organización armónica de los elementos del espacio y buscar los recursos. Uno de los recursos que encontré fue un patrón, yo llevaba mucho tiempo trabajando una serie de obras con ciertas características de una especie de neo cubismo, pero quería regresar un poco y demás y me encuentro con que alguien de la familia utiliza un patrón para confeccionar una falda, lo que sea, y me da la idea de que se puede utilizar para elementos abstractos. Tiene líneas, transparencias, texturas que son aplicables en el arte como para iniciar aplicaciones abstractas en el arte a partir del patrón y el patrón me llevó necesariamente a la moda y la moda me llevó a la modelo y la modelo me llevó a la pasarela, al escaparate y todo lo que está alrededor de ello. Fue una etapa muy larga que utilicé mucho la moda, más que la moda, los patrones. En algún momento empecé a eliminar un poco los patrones y la obra reciente ya no tiene tantos patrones. Eso sí, definitivamente puedo asegurar que no es obsesión, simplemente fue circunstancia que lo empecé a utilizar como un elemento, como un recurso formal y temporal para la aplicación de mi obra.

Don Juan, ¿qué es para usted la belleza?
Vamos a ser redundantes, es la estética, es lo máximo de lo que puede existir en la naturaleza y en relación a aplicada en el arte, pues es la búsqueda de lograr esa belleza través de los recursos que nos dan los valores teóricos que nos da la pintura, la composición, del equilibrio, de lo que nos ciudad como consecuencia a la estética que es la belleza.

En su cincuenta y seis años de vida en el arte, ¿qué ha descubierto usted en el arte?
En principio, descubrí la libertad. Después descubrí una serie de valores que se pueden aplicar, utilizando los recursos de todo tipo, formales, conceptuales y demás. Además es algo que se pueda compartir y se puede extender del hacer solamente propio, digamos, integrar a nuestro pequeño mundo hacia estas cuestiones que conlleva el arte.

¿Cómo ha visto usted el arte en Aguascalientes en estos cincuenta y seis años, que ha pasado en el arte de Aguascalientes en ese periodo?
Ha pasado que ahora ya se acepta el arte contemporáneo, hace sin cuenta años era muy difícil que se aceptara. Se evitaba, se eludía, no se hacía obviamente, pero mucho menos que se aceptaba que viniera a presentarse, afortunadamente se fue abriendo el campo hacia nuevas corrientes, hacia nuevas formas de ser arte y se fue aceptando, inclusive ahora en las escuelas ya se enseña mucho el arte contemporáneo y sí bien es cierto que el productor de Aguascalientes todavía no lo hace mucho, sí lo acepta y está presente mucho en los espacios culturales.

Señor, a usted el arte le ayudó a encontrar la libertad, dígame, desde su experiencia, ¿para qué le sirve el arte a Aguascalientes?
Bueno, le sirve no para ser utilitario, útil pero para la cuestión espiritual. El ser humano, y en Aguascalientes existen los seres humanos, necesita de algo más que las cuestiones materiales y las cuestiones psicológicas y de todo tipo. Se requiere de valores espirituales en donde uno los pueda disfrutar a través de la forma, el sonido, de la palabra, del movimiento y de muchas otras formas. El arte es todo eso y prueba de ello es que en cada casa, por más paupérrima, existe algo que los lleva a la belleza, a la cuestión de la imagen, la cuestión de la música. Y que la mayor parte cubra esas necesidades con lo más ramplón, que es la telenovela, es otra cuestión, pero eso, la telenovela, muy mala, pero es parte del arte, no puedo decir que sea arte, pero tienen los valores del arte que son la actuación, la escenografía, la literatura, la música, y sirven para cubrir estas cuestiones espirituales. Y repito, en Aguascalientes todavía tenemos esa cuestión humanista del ser y del hacer.

Un niño le pide el autógrafo a Juan Castañeda... Foto: Fin de Semana.

¿En Aguascalientes usted admira a un pintor actualmente?
Creo que sí puedo admirar a pintores pero en relación a su forma de ser y de actuar, no todavía en su forma de manifestarse, en el resultado. La realidad es que en Aguascalientes todavía no surgen los herederos de las glorias de Herrán, Posada, Enrique Guzmán y demás. Creo que en algún momento, alguno de los jóvenes que ahora se están formando va a ser ese digno heredero de las glorias de Herrán y de todas las glorias de Aguascalientes.

¿Y existe algún prospecto de acuerdo con su mirada?
No, todavía no lo veo.

Dígame por favor, ¿qué es para usted Aguascalientes?
A lo mejor es muy simplista, pero es mi tierra, es donde yo he crecido, donde yo he vivido, donde me he desarrollado, independientemente de que haya estado un tiempo fuera, es el todo, es familia, sociedad, amigos y demás.

Por lo que me dice sobre el arte contemporáneo, me parece que usted está menos pegado de la tradición y diré más de cerca la evolución, ¿en el arte está evolucionando Aguascalientes a la velocidad del resto del mundo?
No, no está evolucionando a esa velocidad, pero sí está evolucionando.

¿En qué, cómo?
Desafortunadamente en México, en México país, todo es centralizado, entonces es más difícil todavía llegar a éstas evoluciones en uno de los estados de la república, generalmente se tiene que buscar a partir del centro, el centralista, pero es una manera que ocurre en casi todo el mundo. Hay centros de desarrollo en cada uno los países y la ciudad de México es el centro.

¿El arte todavía puede causar una revolución en la sociedad?
Creo que ya no, ya no, ya sería muy difícil que se diera esta evolución. De hecho, las revoluciones a veces el arte simplemente las refleja, en ocasiones puede ser que las provoque, pero así, a partir de algo tangencial.

¿Vive usted del arte?
Sí, en relación a sus alrededores. No vivo de la venta de la obra de arte.

¿Entonces solamente lo hace por gusto?
Lo que pasa es que allí está muy difícil hablar de gusto, a veces creo que sobrepasa el gusto y llega al placer y a veces hasta a una necesidad. Lo hago porque me satisface, simplemente es lo hago porque puedo vivir de actividades alrededor del arte, como dar clases, y eso me permite tener recursos para producir una obra. Si se vende, qué bueno. No es algo que me preocupe, porque en Aguascalientes no veo que haya un mercado del arte, hablando del arte como creación, porque hablando del arte de una manera muy amplía, bueno hay algunos pintores y escultores que sí viven de la venta, por algún tipo de obra que no necesariamente es creativa, sino que simplemente es complaciente, no es malo, entonces, sí se puede vivir en ese sentido con este tipo de obra, que no implique mayores cosas que ser decorativas de un espacio donde pueda combinar con las cortinas y el sofá, es válido, está bien.

¿Y eso será un reflejo de la vida artística de Aguascalientes?
No creo, sería muy complejo llegar a esa definición.

findesemana.ags@gmail.com

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