El músico es el portavoz de los cambios de la sociedad: Juan Reyes

Ensamble de guitarras en la Universidad Autónoma de Aguascalientes

  • Estamos hablando precisamente de que la cultura es lo que nos va a salvar, es lo que salva a la humanidad, todo esto es lo que hace a la persona más humana, que no seamos máquinas, que no seamos robots
  • Ese otro trabajo que tenemos que hacer nosotros es la formación de públicos y esos conciertos que hacemos cada semana, cada mes, tienen esa finalidad, tanto dentro de la universidad como fuera


Por Jorge Luis Heredia

Juan Reyes recibe los resultados de más de veinte años de trabajo como intérprete y como profesor de guitarra. El viernes, al frente de catorce guitarristas, todos ellos sus alumnos de diversas generaciones, dirige  la interpretación del Paisaje cubano con lluvia de Leo Brower y el público aplaude con tanta energía que todos pensamos que nos iban a deleitar con una obra más, pero nada. Los músicos se escabullen entre abrazos y risas por los pasillos y recovecos del auditorio Ramón López Velarde de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.


Ensamble de Guitarras en el Auditorio Ramón López Velarde de la UAA. Foto: Fin de Semana.

Juan Reyes Unzueta es como todas las personas, de carne y hueso, con debilidades y fortalezas y, aunque cuando era niño vivía sus tristezas y sus alegrías de la mano de la guitarra. En alguna parte de su vida ingresó a estudiar una ingeniería, sí, algo que iba en contra de su vocación y de su historia, pero la vida tiene siempre caminos que se bifurcan y eligió ingeniería, quizás con la razón más que con el sentimiento. Sin embargo, cuando en las noches tenía que estudiar matemáticas, le daba tristeza o alegría y entraba en acción la guitarra y las matemática en el olvido, y así pasaba las noches, en esa intimidad que sólo ofrecen las notas suaves e intensas de la guitarra, hasta que un día fue a un curso que ofreció el guitarrista López Ramos, y nunca regresó a la ingeniería. Nunca.

Juan Reyes está convencido de que el músico es el portavoz de los cambios de la sociedad, tanto que no quita el dedo del renglón. Y ahora, después de muchos años de trabajo silencioso, pero a la vez minucioso y formativo, empieza a vislumbrar un movimiento de guitarristas que están transformando el alma de la Ciudad. No es un movimiento político, y qué bueno, no, es algo más profundo, mucho más profundo y a largo plazo, porque no se trata de construir un puente, el cual tiene fecha de término. No, se trata de que el arte sea parte de cada persona y que, de alguna manera, actúe no como robot sino como un ser humano con sentimientos.

Después del concierto del Ensamble de guitarras de la UAA, su rostro se llena de luz, de serenidad. Tiene energía, tiene trayectoria, tiene el talento para transformar las vidas de los estudiantes que deciden entregar su vida a la guitarra, por ello Fin de Semana decide solicitarle una entrevista, pero hoy no, dice, «nos vamos corriendo a llevar los instrumentos a la Universidad, nos cierran a las nueve, pero mañana con gusto». Vale la pena contar esta historia y a las seis de la tarde está allí atento, y yo listo para escuchar.

Decías ayer que te inquieta el destino de los guitarristas, ¿cuál es el destino que tu observas?
Lo que pasa es que uno como docente, pues una de las principales preocupaciones es para qué estamos formando alumnos… La música es una necesidad del ser humano y el músico es el portavoz de los cambios de la sociedad. ¿Cómo van a participar en estos cambios de la sociedad? Ellos son el reflejo de la cultura, y además ellos nos representan en otros países. ¿Qué van a hacer los músicos que se están formando en la Universidad? Pueden ser concertistas, pueden ser maestros, pueden participar en actividades de difusión, haciendo crítica. Ahora, específicamente de la guitarra, la guitarra es un instrumento que tiene una gran tradición, y en México hay un talento impresionante, hay muchísimos guitarristas que están formándose, participando en festivales, participando en concursos, hay muchos guitarristas en Europa, entonces en ese sentido la universidad está cumpliendo con su cometido. La cátedra de guitarra es una de las que más demanda tiene, como el violín y el piano, que son los tres instrumentos fuertes en cualquier conservatorio, hacer un concierto para cada alumno sería muy difícil, por eso es que yo comentaba lo que el maestro López Ramos decía, qué vamos a hacer con tantos guitarristas, la solución que él propuso y que el tiempo ha dado la razón, es formar grupos de cámara, donde participen dúos, tríos, cuartetos, que después se vuelven ensambles más grandes y ahora hay orquestas de guitarras, una de ellas es la Orquesta de Xalapa que dirige el maestro Alfonso Moreno y que ha sido la punta de lanza. Este ensamble de la universidad considero que hace un buen trabajo.

¿Tienen identificados perfiles de cuántos quieren ser concertistas, cuántos docentes…?
No tanto como identificado, desgraciadamente el ochenta por siendo quiere ser instrumentistas, casi todos entran con esa ilusión, pero no todos pueden. El concertismo es muy difícil, hay una gran competencia, vivimos en un ambiente que tiene muchas cosas en contra, una de ellas es la falta de aprecio de la sociedad en general por la música académica de un cierto nivel. La radio obviamente nos ofrece pura basura, entonces la gente no aprecia. Entonces ese otro trabajo que tenemos que hacer nosotros es la formación de públicos y esos conciertos que hacemos cada semana, cada mes, tienen esa finalidad, tanto dentro de la universidad como fuera y una opción es la docencia. Muchos jóvenes que al principio querían ser concertistas se dan cuenta de que quizás la forma más fácil para encontrar trabajo es la docencia, y entonces empiezan a darse cuenta que son importantes las materias que se ofrecen como parte del plan de estudios, la pedagogía, los sistemas musicales de los diferentes maestros, Kodály, Orff, Suzuky, que son precisamente los que han desarrollado sistemas de enseñanza musical.

¿Es una obligación de la universidad impartir estas carreras, aunque no haya públicos? Al final de cuentas, si no hay otra oferta, la gente escucha la radio, que es lo que hay…
Claro, la universidad tiene ese compromiso. Como en otras áreas y disciplinas, el desarrollo de la ciencia y el desarrollo de la investigación, desgraciadamente se cuenta con poco apoyo y vemos con tristeza que cada vez los recortes van afectando más al desarrollo de la cultura y al arte, porque esto debería ser prioritario, y no lo es.

¿Por qué?
Porque estamos hablando precisamente de que la cultura es lo que nos va a salvar, es lo que salva a la humanidad, todo esto es lo que hace a la persona más humana, que no seamos máquinas, que no seamos robots. La cultura yo creo que enriquece el alma, no sólo somos un ente pensante, sino que también tenemos emociones, y es allí precisamente dónde va a hacer la diferencia, desgraciadamente en este mundo materialista se pierde de vista la sensibilidad, qué es lo que nos ayuda a las personas a ser más sensibles, para tener una convivencia agradable.

Por otro lado, comentábamos ayer que la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes no tiene un lugar para guitarristas y son muy pocos los conciertos donde hay un solista en la guitarra.
Esto se deriva de la historia misma de la guitarra. La guitarra tradicionalmente, por su fisonomía tiene una sonoridad delicada, sería considerado un instrumento más íntimo, la cuerda pulsada no tiene la misma potencia ni la misma proyección que la cuerda frotada. De las pocas, viene a mi memoria una obra de Bernal Jiménez que en el tercer movimiento tiene un pasaje para cuatro guitarras, pero las guitarras hacen un rasgueo, no son protagonistas, son parte de la orquesta. Es un caso muy aislado, muy especial, pero no existen obras donde la guitarra forme parte de este cuerpo orquestal.

Y aun así, hay muchísima gente que tiene vocación por la guitarra.
Sí, la guitarra siempre se ha considerado un instrumento solista, los guitarristas estamos ante esa paradoja. Hay muchos guitarristas y cómo van a trabajar si la competencia es tan fuerte. Entonces la solución son los ensambles y el origen de esta solución fue Alfonso Moreno, que creó en Xalapa un ensamble de guitarras por los años setentas, inspirado por el maestro López Ramos, pero también inspirado por una corriente en Japón que, desde los años cincuenta, empezó a desarrollar toda una escuela de guitarras y desarrollaron instrumentos como la guitarra alto, la guitarra bajo, la guitarra contrabajo, la guitarra laúd, la guitarra arpa, entonces tenían una orquesta de cincuenta guitarristas... Sí me preguntas en lo personal, el resultado no es lo que uno quisiera, porque la guitarra además tiene otro problema, la cuerda pulsada, además de ser de poca intensidad, no tiene prolongación, se toca la cuerda y el sonido decae inmediatamente. Entonces una orquesta de guitarras carece de esa consistencia, el sonido siempre suena y decae y eso hace que no resulte tan interesante.

En Aguascalientes la universidad es joven, pero la carrera de artes más joven aún. ¿Qué ha pasado desde que se iniciaron las carreras de arte y en particular la de música?
Bueno, estamos hablando de siete años. Lo único que ha pasado es que han salido tres generaciones de músicos y cada generación tiene dos o tres guitarristas. La primera generación eran siete graduados, de los cuales tres eran guitarristas. La segunda generación no recuerdo cuantos eran, pero salieron dos guitarristas. De cada generación han salido dos guitarristas, lo que quiere decir que trae un porcentaje bastante alto. ¿Qué ha pasado? Pues estos guitarristas están buscando trabajo, unos se dedican a dar clases, otros a dar conciertos. Hay una chica muy talentosa que se llama Tania Gallegos, está en Xalapa haciendo una maestría. Otro guitarrista, Miguel Ángel Torres, está buscando la manera de hacer una maestría en Europa. Están abriéndose camino.

Aquéllos alumnos que destacan, que tienen una mayor disciplina, más talento, ¿se tienen que ir de Aguascalientes para destacar en el ámbito de la guitarra?
Yo pienso que sí, no es que tengan que irse, sino que tienen que conocer el panorama. Aguascalientes es un estado pequeño, tiene pocas posibilidades de trabajar, sobre todo si quieren trabajar en el concertismo, no hay tanta oferta como para vivir de los conciertos, en cuanto a festivales, tal vez hay diez en el año, lo que habla de la importancia de la guitarra. Entonces los guitarristas no se van de su estado, se van de México. Se van a Europa, van a medirse con los niveles más importantes, lo que considero que no es malo, es bueno.

Alumnos de Juan Reyes Unzueta en concierto de guitarras. Foto: Fin de Semana.

Tú como Profesor universitario, que has formado varias generaciones, ¿qué esperas qué pase en los próximos diez años, aquí en Aguascalientes?
Yo no esperaría nada, lo que estoy tratando es trabajar. Aquí lo que estamos haciendo es tratando de formar públicos, tratando de formar estudiantes que estén capacitados, a un buen nivel, que no que sean ganadores de concursos, sino que sean gente honesta, gente sensible, gente satisfecha con lo que hace y de alguna manera sean sensibles a los problemas de la sociedad y que participen en el desarrollo de la cultura. Yo personalmente creo que la cultura es lo que hace falta para que abran los ojos y nos demos cuenta y trabajemos precisamente para que esta situación actual cambie. En lo particular muchas veces me dicen, por qué no te dedicas a la música popular, qué es lo que deja dinero, y yo digo, porque eso todo mundo lo hace, a mí lo que me gusta precisamente es dar a conocer lo que ellos no hacen, para que vean la importancia que tiene. Entonces nuestro trabajo en mostrarles que hay algo más que lo que suena en la radio, que tiene calidad y que vale la pena que se conozca.

¿Está divorciada la parte fina con la parte popular?
No, no, no… Cuando habló de popular estaba pensando precisamente en lo comercial. Lo popular, si hablamos de géneros como los sones o huapangos, nos encantan, de hecho en el repertorio hemos incorporado muchas cosas con esas características. Vamos a decir que la música y el arte en general son como una pirámide. En la parte baja de la pirámide, en la base digamos, está lo más rudimentario, lo más elemental, lo que todo mundo puede identificar sin ningún problema. Y esta pirámide poco a poco va subiendo y entonces de alguna manera se va adelgazando y lo que nosotros queremos es llegar precisamente a la cúspide de la pirámide que es donde está lo más selecto, lo más elaborado, a lo que la gente generalmente no tiene acceso  y nosotros quisiéramos darle a todo el mundo el acceso, porque consideramos que es lo más valioso, porque es hermoso, tiene mensaje, tiene un grado de trabajo y es auténtico, todos los valores intrínsecos que tiene, pero que no se perciben a simple vista, es lo que queremos que los demás se enteren.

Déjame entrar un poco más a tu sentimiento que a tu razonamiento, ¿qué pasó en ti ayer, en el concierto, cuando viste tocar los catorce guitarristas juntos?
Es una gran satisfacción. Yo lo mencionaba, para mí es un privilegio contar con la posibilidad de compartir mi experiencia con los jóvenes. Y todo está relacionado, al compartir esta experiencia, pues tratamos de descubrir lo que puede haber de valioso en la obra de un compositor como Vivaldi, que puede tener tres siglos de antigüedad o Leo Brower, que tiene treinta años o menos. Entonces lo que queda es compartir el mensaje y de que hay una comunión entre todos los que estamos participando, y lo más bonito de ser docente es ver cómo los alumnos que en un principio no tenían idea de a qué se estaban enfrentando, empiezan a descubrir la maravilla de esta música. Se compenetran de ella y logran transmitir este mensaje musical, intrínseco en la música. Es un mensaje sin palabras que lo recibimos, los hacemos propio y lo transmitimos al público que lo está escuchando. Se conjuga la música de un compositor que está dormida y que sin nosotros no existiría. La música está allí dormida, entonces el intérprete la recrea, le da vida y lo transmitimos al público, y vemos que el público lo acepta, lo recibe y lo disfruta. Entonces yo siento la satisfacción de haber hecho un trabajo que tiene sentido.

Déjame hacerte una pregunta difícil, como músico, como profesor, ¿este momento de tu vida es lo que soñaste?
No, definitivamente no. Cuando uno empieza no tienen idea de qué es lo que va suceder. Cuando yo era joven no pensaba cuál iba a ser el resultado, ni siquiera de mi trabajo, en realidad era el gusto de tocar un instrumento. Yo cuando inicié tocando la música yo no pensé que iba a ser concertista, ni pensé que iba a ser maestro, ni qué iba a viajar, ni qué iba a conocer gente, yo lo único que quería era sentarme, agarrar mi guitarra y que me dejaran en paz. Di un concierto, luego me invitaron a una gira y yo lo único que hice para eso fue a sentarme estudiar la guitarra, por eso me considero afortunado, porque yo nunca planee, sólo estudié la guitarra. Provengo de una familia a la que le gustaba la música, como es el caso de muchos estudiantes, pero yo no me propuse viajar, dar conciertos por el mundo, simplemente estaba convencido de que lo que yo quería era hacer música. Tuve la suerte de entrar a una escuela con el maestro López Ramos, tenía prestigio y había hecho un largo camino, y entonces él nos abrió a sus alumnos muchas puertas. Gracias a él surgieron oportunidades. Pero yo no tuve que buscarlo, yo solamente me dediqué a tocar la guitarra. En la actualidad lo que pasa es que los jóvenes se desesperan y todo lo quieren inmediatamente, y a veces no es así.

¿Cómo te tocó la guitarra?
Esa sí y es una pregunta difícil… No lo sé. Pienso que el instrumento es una manera de expresarte. Quizás en cierto momento necesitas expresarte y no puedes hacerlo hablando. Hay quien se expresa por medio de una carta o cantando y hay quien descubre el instrumento y se pone a tocar y lo hace a través de él. Lo que yo recuerdo es que cuando estaba triste agarraba la guitarra y me ponía a tocar. Y si estaba alegre, también estaba la guitarra. Tuve la suerte de tener una guitarra al lado, porque mi papá tocaba. Si no hubiera tenido la guitarra no sé qué hubiera pasado, quizás la hubiera buscado o hubiera buscado otro medio para expresarme. Digamos que fue un encuentro afortunado. Estaba allí la guitarra y yo la necesitaba. El maestro López Ramos fue muy importante en mi vida. Yo estaba escrito en la facultad de ingeniería, había tocado la guitarra durante muchísimo tiempo y cuando entré y lo vi dando el curso de interpretación, dije, esto es lo mío y no lo pensé, simplemente ya no regresé a la escuela.

¿Y tú crees que seas ese maestro para sus alumnos?
No creo, porque ese maestro tenía características muy especiales. Tenía un gran carisma, tenía un gran amor, una gran pasión, una gran capacidad de trabajo, tenía ese don, trataba a sus alumnos de una manera muy paternal. Yo me considero un maestro que han tratado los alumnos, pero no me considero que tenga ese grado de integración como el que tenía López Ramos con sus alumnos. Para él eran su familia, y yo no me veo tan identificado con mis alumnos.

¿Ves talento en tus alumnos?
Sí, sí, por supuesto. Todos los días. Hay alumnos muy talentosos y lo he visto durante mucho tiempo. Desgraciadamente no en todos los alumnos se conjugan el talento con esa necesidad de ser músico a costa de lo que sea. Yo no me considero una persona talentosa, pero sí me considero una persona que siempre estuve pensando en la guitarra y en la música. Una vez que me metí por ahí, ya no había nada que me distrajera y ahora desgraciadamente hay muchas cosas que distraen a los alumnos. Talentos sí, hay mucha gente que lo tiene, pero hay que cultivarlo y tener otras cualidades, una de ellas es la vocación, y eso pues cómo se describe, pues esa pasión, esa necesidad, esa capacidad y esa gran voluntad por conseguir lo que uno quiere.

¿Haría falta un festival, un concurso aquí en Aguascalientes?
Sí, por supuesto que eso hemos pensado en muchas ocasiones. Se está gestando, yo lo que veo es que Aguascalientes es un lugar pequeño, es un lugar joven, pero se está conjuntando. Actualmente Aguascalientes tiene tres orquestas, y hay varias cameratas y conjuntos pequeños que no había, eso ya nos habla de que hay una efervescencia. En particular, hablando de la guitarra sí le falta para que se consolide todo este esfuerzo. A lo mejor sería interesante también hacer un concurso regional, para empezar. Hay varios de los egresados que se siguen preparando y va a llegar el momento en que regresen y empiecen a contribuir a la formación de esta sociedad guitarrista que se está creando.

Juan, ¿cómo sueñas Aguascalientes, tú el intérprete de guitarra, el Profesor universitario?
Yo me vine a Aguascalientes porque, bueno, había unos familiares aquí, pero Aguascalientes está en el centro un país, es un lugar ideal, porque puedes ir a muchos lugares. No soñaba, pero sí planeada, que al estar aquí en Aguascalientes iba a haber la posibilidad de viajar a diferentes lugares cercanos y crear una comunidad guitarrística que podía crecer. Y se está dando, no digo que provocada por mí, pero viene gente de San Luis y yo voy para allá, viene gente de Zacatecas, Daniel Escoto que viene cada semana, viene gente a estudiar de León, viene gente de Guanajuato, en Lagos de Moreno se hace un festival ya importante en el que hemos participado por dos años, de repente viene gente de Guadalajara a dar cursos, entonces la idea no es mala, es un lugar idóneo, de Morelia viene el maestro Rodrigo Neftalí, que viene con cierta frecuencia. Aguascalientes tiene un lugar estratégico en este momento para que se consolide esta sociedad y se haga un festival. ¿Cómo sueñas tú Aguascalientes? Pues yo lo que soñaría es que se pueda crear este conjunto de músicos, de guitarristas, que de alguna manera, a lo mejor enarbolando el nombre de Manuel M. Ponce, que está tan relacionado con la guitarra y tratando de ver su música que es maravillosa. Estoy pensando en otros compositores, aquí hay un joven que se llama Gabriel Perales, egresado, ayer estuvo en el concierto y él es compositor, ya tiene un cuarteto de guitarras, entonces se están promoviendo de manera profesional, entonces todo esto va nutriendo este caldo de cultivo del que va a surgir en algún momento toda esta situación. Ya hay otros guitarristas que sin haber terminado ya están haciendo un excelente trabajo. No solamente hablo de la Universidad, sino del Instituto Cultural de Aguascalientes y del Centro de Estudios Manuel M. Ponce, también hay guitarristas muy talentosos que están contribuyendo a este movimiento.


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