Con la danza queremos decirle a la gente que estamos vivos: Esteban Luévano Alaniz

La Compañía Estatal de Danza celebra su 29 aniversario

  • Son muchos jóvenes a los que hay que enseñarles cómo se vive la danza, cómo se respira, cómo iniciar un zapateado, o un movimiento de falda, o un sombrero que se levanta para decirle al pueblo «¡Hola amigo, aquí estoy, estoy contigo!»
  • Somos gente que tenemos la necesidad de expresar a través de diversas maneras, de recuperar de un territorio tan pequeño pero tan lleno de magia, tan lleno de amor, también de muchos problemas


Por Jorge Luis Heredia

En el escenario más de setenta bailarines para celebrar los primeros veintinueve años de la Compañía Estatal de Danza de Aguascalientes, acompañados de cuatro grupos musicales, Mariachi Imperial Azteca, Banda La Favorita de Aguascalientes, Mi tierra Mextiza y Son de la Huerta, en el Teatro Aguascalientes, con un lleno completo de gente que aplaude con energía y sinceridad la entrega completa, gozosa actitud y vestuario impecable.

Esteban Luévano Alaniz, el sello de la Compañía Estatal de Danza. Foto: Fin de Semana. 

Interpretan a México, de Tamaulipas a Tabasco, de Veracruz a Jalisco con movimientos trabajados, pero con un extra, con un sello de calidad que se deja ver lentamente, baile tras baile. Llega la danza del venado, la versión mayo-yoreme interpretada por Miguel Ángel Pérez Pérez, que no es la tradicional cacería del venado, sino una danza que más bien celebra la vida.

Y atrás de este espectáculo hay una persona, una que le da parte de su vida a la Compañía, que le da sentido y que le imprime el carácter que demuestra en el escenario, atrás un profesor de primaria que desde hace más de 40 años dedica su vida a la danza, el maestro Esteban Luévano Alaniz, al que Fin de Semana entrevista para conocer los principios que le dan vida a este grupo de baile.

¿Por qué en la danza le canta al pasado y no al presente? ¿En el presente ya no hay creadores con obras dignas de ser interpretadas por la Compañía Estatal de Danza?
Fíjese que sí lo hay, fíjese que la Compañía Estatal de Danza si lo hace, déjeme preguntarle Sr. Heredia, ¿ha visto usted el Ritual del maguey?

No…
Lo bailamos nosotros, y ese es una coreografía que se estrenó en la década de los noventas, y ahora en 2017, con nuevo recursos, con nuevas posibilidades, se ha retomado por parte de la compañía, es un producto de la compañía. ¿Qué le quiero decir con esto? En los años ochenta y noventa se hizo una investigación de una serie de actividades que llevaban a cabo los hombres en la comunidad de Calvillito, al oriente de nuestra ciudad capital, ellos hacían este tipo de actividades para alabar al poderoso y que mandara la energía suficiente a la planta para poderle sacar el jugo sabroso que es el aguamiel. Esa serie de actividades se transforman en música, coreografía, en movimiento o, incluso, en sonido, en una necesidad de comunicarle al pueblo lo que se hacía específicamente allí en Calvillito, y no es ir al pasado, es estar manejando el presente que tenemos aquí en Aguascalientes, es un ejemplo nada más. Le doy otro, al norte de nuestra entidad federativa, en Cosío, pero también en otras entidades de la República, la gente limpiando el maíz, quitándole el tamo, diría mi Madre, ese polvillo blanco, para que se pueda poner a hervir el maíz y hacer la tortilla, el tamal, la enchilada, etc. Ese simple acto, de limpiar el maíz en una tina de metal, se convierte en ritmo, se convierte en júbilo, se convierte desafío entre las mujeres y eso, en el siglo veintiuno, lo retoma la Compañía y lo convierte en danza.

Es cierto, muchas agrupaciones, no solamente la Compañía, tendemos a ver la recuperación de esas actividades que ya han dejado de hacerse por cualquier cantidad de cosas que Usted, su público y un servidor sabemos. En la Compañía también tenemos esta necesidad de retomar elementos de la vida cotidiana, transformarlos en coreografía y presentarlos como producto cultural a nuestro pueblo.

¿Qué le quiere decir Esteban Luévano Alaniz, a través de la Compañía Estatal de Danza, a la sociedad de Aguascalientes, con el espectáculo de hoy, por ejemplo?
Con Mi nombre es México, queremos decirles que estamos vivos, que celebramos que haya una unidad en el norte, en el centro, en el golfo, en la península, en el bajío, pero también en el rancho y en la plaza o en la colonia y que tenemos entonces esta necesidad de mantenernos en unión, en armonía, en trabajo, en disciplina, en un afán por recuperar estas características que nos hacen ser muy particulares y que lejos de dividirnos, porque no riñen entre ellas, nos congregan. Reconozco lo que usted es, lo que usted tiene, usted conoce lo mío propio, lo intercambiamos, lo valoramos, lo gozamos todos.

¿Conecta con el público joven?
Mire, simplemente en esta función de hoy, a la entrada, muchísimos jóvenes de entre quince y veinticinco años, también muchas personas de la tercera edad, niños, vemos que entran muchos pequeños, entonces tenemos público muy diverso, hay por ejemplo religiosas, usted las vio, que vienen también a aplaudir y que valoran este trabajo de la compañía y que saben que nos mantenemos presentando, como parte de un instituto cultural, esta recuperación de sentimientos, de necesidades.

¿Qué siente con un espectáculo como el de hoy, que lleva su sello, cuando la gente aplaude, que siente en su espíritu, en su sangre?
¿Le digo algo? Yo me estoy poniendo de manera empática como público, siempre quiero saber qué siente el público, que va a recibir por parte de los bailarines, si va a recibir desdén o entusiasmo si va a recibir sorpresa o desánimo, si va a recibir un sueño o una amargura y entonces tratamos de que los jóvenes comuniquen justo lo que el concepto representa. Si es amargura que sea amargura, si es tristeza que sea tristeza, pero siempre estamos considerando lo que el público va a sentir, porque no todo el público tiene la misma preparación. Le doy un ejemplo, estamos muy habituados en nuestro país a ver una danza del venado que proviene del estado de Sonora y es una danza mayo-yaqui, por su esencia, por su origen. Y entonces tienen que venir unas pascolas a cazarlo, a flecharlo, a corretearlo, o entra allí un león de la sierra, o entra un coyote a corretearlo para tragarse al venado, o le da un ataque cardiaco y se muere y ya. Sin embargo, esperamos que el público tenga una información diferente con este venado mayo-yoreme, donde el propósito es aquí muy íntimo, muy espiritual, y ese tipo de informaciones también queremos que el público las conozca. Si después de la función de hoy alguien investiga en internet, en una revista o en un libro al grupo mayo-yoreme, o danza del venado de Sinaloa y adquiere algo más información al respecto, hemos cumplido nuestra misión.

¿Qué es para usted el público?
El público es nuestro referente inmediato, es nuestro catalizador de lo que está sucediendo en el foro. El público merece nuestro respeto, es el complemento ideal del artista. ¿Por qué valoramos nuestro público? Porque también nosotros lo hemos sido en otros momentos, en otras circunstancias. Y por esa razón queremos que reciba siempre un trabajo de calidad, un trabajo que le haga sentir que su tiempo invertido fue el adecuado.

¿Hacia dónde va la compañía estatal de danza?
Esteban se dirige a Víctor Hernández García, que nos acompaña durante toda la entrevista: Víctor, ¿hacia dónde va la compañía? La diferencia entre ambos es de más de veinte años, él como nueva generación, tiene otra visión, y sin embargo con su juventud es nuestro director artístico y está al pendiente de todas las necesidades que tenemos en esta agrupación…
Víctor Hernández García: Bueno, pues gracias por esta entrevista que realiza al maestro Esteban y a su servidor. ¿A dónde va la compañía? Este fue un pequeño puente para festejar nuestro aniversario y vamos a llegar a más público, queremos seguir conquistando Aguascalientes, aunque la compañía está preparada para ser nacional e internacional, queremos ir al rescate de nuestras tradiciones. La gente que no puede llegar de otros municipios, por horarios, por economía, por diferentes situaciones, pues la vamos a visitar. A partir de enero, la compañía comenzará a  visitar estas comunidades y la verdad es que estamos muy contentos porque veintinueve años significan un logro muy especial para esta agrupación, para el Instituto Cultural de Aguascalientes, para la Universidad de las Artes, la escuela de danza y bueno, para el gobierno del estado.

En México hay una fuerte influencia de la cultura norteamericana, y de repente algunas generaciones la adoptan, sobre todo en música y danza, ¿existe alguna lucha contra de eso o ustedes solo hacen su trabajo?
¿Por qué luchar contra ello? No tenemos el afán de luchar. Somos consumidores en muchos sentidos, consumimos lectura, imágenes, productos culturales que provienen de otros lugares. Nosotros estamos recibiendo cuestiones culturales de Nayarit, de la ciudad de México, la península de Yucatán, todo eso son expresiones de la cultura en muchos sentidos y entonces tendremos que decir, ¿luchamos contra eso? Mire, en los años ochenta, por lo menos en los primeros cinco años, no se hablaba de altares de muertos aquí. Había altares del viernes de dolores y nada más. ¿Sabe qué hacíamos nosotros allá en los años sesentas y setentas para festejar el día de muertos? Al menos en la colonia donde yo vivía, era irnos al panteón, lavar las tumbas, secarlas bien, repintarlas, llevar flores, estar ahí un rato y regresar a casa. Entonces eso de los altares en casa no existía. ¿De dónde nos llegó entonces? Hoy en Aguascalientes tenemos una presencia muy fuerte de altares de muertos y nos llegó de los estados del sur y traen una historia y una forma de ver la vida muy diferente a como nosotros la vivíamos y la hicimos nuestra, y no luchamos contra eso, nunca quisimos defendernos, lo que intentamos fue tratar de entender cómo otros mexicanos hacen su vida y hacer nosotros la propia. Ahora tenemos un desfile de calaveras de hace ya más de 20 años y tenemos un concurso de catrinas, cuando en aquellos años incluso de Posada poco se hablaba, y ahora este año fue un boom y seguramente el año entrante va a hacer Saturnino Herrán.

Esteban Luévano, director de la Compañía Estatal de Danza (der.), con Víctor Hernández (izq.) y Miguel Ángel Pérez. Foto: Fin de Semana.

¿De qué le sirve la danza a la sociedad de Aguascalientes, al espíritu de Aguascalientes?
Primero, para saber quiénes somos, dónde nacimos. Acabamos de terminar todo un año de un espectáculo que se llama Aguascalientes nuestra tierra, producto de la Compañía Estatal de Danza. Ahí hay un cuadro que se llama popurrí del Huejúcar, haciendo referencia al municipio de… Calvillo. Allá fuimos, a las comunidades, investigamos canciones que hacían allá por los años veintes, treintas, las recopilamos, las investigamos, para tratar de saber qué querían hacer ellos con eso, y armamos una estructura para recordar cómo eran las bodas en una comunidad que se llama Terreros de la Labor y se crea un producto cultural que se llama Boda en Calvillo y la utilizamos para difundirla en varios municipios, de allí surge una forma de hacer entender al pueblo qué era lo que sucedía en aquel rumbo a mitad del siglo veinte. ¿Para qué la danza? Para compartirla, para gozarla, para aprender de ella, para vivirla, para soñarla… Por tener la necesidad de ir a la búsqueda de quiénes somos, y si alguien no quiere hacerlo, ¿se le obliga? Por supuesto que no. ¿Qué queremos entonces? Queremos decir lo que ha ocurrido a través del cuerpo y a través del movimiento, no es fácil, porque como Usted acaba de ver, son muchos jóvenes a los que hay que enseñarles cómo se vive la danza, cómo respira, cómo iniciar un zapateado, o un movimiento de falda, o un sombrero que se levanta para decirle al pueblo «¡Hola amigo, aquí estoy, estoy contigo!» La danza tiene todas esas posibilidades, habla el cuerpo, el alma y el espíritu.

Le pregunto a Usted que lleva una buena cantidad de años en la danza, en la investigación, ¿quiénes somos en Aguascalientes?
Somos gente que tenemos la necesidad de expresar a través de diversas maneras, de recuperar de un territorio tan pequeño pero tan lleno de magia, tan lleno de amor, también de muchos problemas, pero ofrecemos la posibilidad de que el público invierta su tiempo en algo más que estar viendo televisión o páginas sociales a través de internet.

Que es la otra competencia…
Si claro, sí lo es, porque toda esta gente dejó mil cosas por venir acá, ¿por qué Sr. Heredia, tiene usted esta necesidad de investigar, de preguntar, de rascar?

Ahora Usted me está entrevistando…
No, no, no, de ninguna manera. Queremos saber quién es Usted.

Siento la necesidad de conocer el espíritu, el espíritu profundo, conocer la expresión más profunda del ser humano aquí, en mi tierra, eso que me da la posibilidad de estar platicando con Usted de una expresión artística.
¿Usted es nacido en Aguascalientes?, --Me pregunta.

Soy aquicalidense, pero nací en la sierra de Michoacán… Pero continuemos. Antes de terminar quiero preguntar sobre el ejecutante de la danza del venado…
Víctor Hernández García: es un elemento impresionante, es una persona que nos mueve, que llega a los ensayos con una preparación, con un calentamiento, con un espíritu que ilumina al salón, nuestra alma, nuestra creatividad, que provoca muchos sentimientos, Miguel ángel es un bailarín con trayectoria, es una persona que admiramos y que primero tiene que conquistarse a sí mismo y después conquistar a sus compañeros. El día que el presenta la coreografía, después de que es elegido, todos los muchachos estaban emocionados, hubo lágrimas por su entrega, su pasión, su habilidad.

Miguel Ángel, el intérprete de la danza del venado, se acerca al lugar de la entrevista y le pregunto por qué baila. Contesta, sencillo como es, «bailo para vivir».


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