Todo lo que hago gira alrededor de la música: Víctor Celis

El guitarrista yucateco ofreció un concierto en la Universidad Autónoma de Aguascalientes

  • El maestro me explicó cómo funcionaba la guitarra y cómo pasar de la partitura a la guitarra y entonces fui haciendo los ejercicios y desde el momento en que empecé, me enamoré de la guitarra
  • Me interesa la preservación de la música, que poco a poco se ha ido perdiendo, y a mí me parece que es una música muy bonita, muy bien hecha, no es para nada trivial la trova yucateca


Por Jorge Luis Heredia

Para Javier Durán
Víctor Celis lleva el orgullo de ser yucateco en el rostro, en cada palabra que dirige con respeto a su público y en cada nota que arranca con delicadeza de la guitarra. Camina con el rostro en alto, sonriente y casi siempre logra lo que quiere. Si no existe la música que desea, entonces la compone, así creó Suite yucateca, y no se le dificulta componer, obtiene lo que necesita de los vastos ríos de la trova yucateca, y adereza sus obras con el rojo de los framboyanes de julio que se extienden por las calles de Mérida. Es el Yucatán perfecto para la vida, para la convivencia, para el arte, de no ser por una sola cosa, dice, «el calor».

El guitarrista Víctor Celis, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Foto: Fin de Semana.


Víctor Celis es guitarrista, de una generación reciente en la que el arte, quizás como en Aguascalientes, es de reciente profesionalización. Hace veinte años no había una escuela superior de arte, hoy existe la Escuela Superior de Artes de Yucatán igual que en Aguascalientes, Universidad de las Artes es de reciente creación, y la Autónoma sólo hasta hace unos años abrió carreras de esta rama del conocimiento. El arte, pues, apenas en ebullición. Ese es el contexto de Víctor Celis.

Pero Víctor Celis, aunque pertenece a la casta de hombres y mujeres que rompen sus límites, es de carne y hueso. Para aprender a tocar tuvo que pedir prestada una guitarra al papá de un amigo de la secundaria. Su padre le dijo que sí le compraba una, pero cuando aprendiera a tocarla. Víctor Celis se pagó sus estudios en la licenciatura y, con el riesgo de equivocarme, lo único que lo hace diferente es su una pasión y su perseverancia, o como él dice, «la música es mi vida, yo pienso en música, escucho música, hago música, toco música, como música, es todo lo que hago, y todo lo que hago gira alrededor de la música».

Llama la atención en el concierto que Víctor Celis, originario de Progreso, Yucatán, ofrece en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Fin de Semana le solicita una entrevista y gustoso y alegre como es, dice que sí.

Víctor, ¿por qué tocas guitarra?
Jajajajaja, esa es una buena pregunta. Bueno, en algún momento, cuando estaba en la secundaria, me llamó la atención y empecé a tocar guitarra. En la familia nadie más toca la guitarra, nadie más se dedica al arte, soy el único hasta ahora. Inicié con la guitarra y mi papá no quería comprarme una, me dijo yo no le compró una hasta que aprenda, entonces dije bueno, pero uno de los compañeros de la secundaria tenía un papá que era trovador y le pregunté si su papá me podía prestar una guitarra, pedí permiso y me dijo que sí, y así aprendí a tocar, copiándole a mis compañeros de la secundaria, veía lo que hacían y los empecé a imitar. Después de eso conocí a un pianista que se llama Alejandro Cámara Contreras, de Progreso, Yucatán, y él me dijo, está esta escuela de música en Mérida, por qué no vas y preguntas, y llamé y me contestó la secretaria, me informó que ya habían pasado las inscripciones y me dijo, hoy es el examen de guitarra, pues ven a ver si te dan chance de presentar el examen de admisión, fui, hable con el administrador de ese centro de música, José Jacinto Cuevas, y me dijo, sí, está bien, puedes inscribirte, que te apliquen el otro examen de aptitudes y después de que pasen los que sí se inscribieron, pasas tú. Yo no sabía nada de partituras, yo no sabía nada de guitarra clásica, yo veía a todos los demás que iban a audicionar tocando sus escalas y tocando otras cosas dificilísimas, y bueno pues no tengo nada que hacer acá, pero hice el intento, pasé la audición y me seleccionaron, de esa manera fue como empecé a tocar la guitarra.

¿En qué momento crees que te hayas enamorado de la guitarra?
En el primer instante que inicié a tocar la guitarra clásica, yo no sabía leer partituras, empiezo a leer partituras en unos cursos del centro José Jacinto Cuevas y en la primera clase de guitarra clásica que tuve, llegué y el maestro me puso una partitura para guitarra y me dijo, esto es lo que vas a tocar ahora, ¿sabes leer las partituras para guitarra?, Y pues no, le dije no sé, ya aprendí a leer partituras pero no sé cómo se leen para la guitarra, ese fue el maestro Ricardo Vega Díaz. Me explicó esta es la nota sol para el tercer traste, éste sólo para la tercera cuerda al aire, me explicó cómo funcionaba la guitarra y cómo pasar de la partitura a la guitarra y entonces ya fui haciendo los ejercicios y desde el momento en que empecé, me enamoré. Me gusta mucho el sonido, el manejo que no es convencional, no rascar la guitarra como decimos, esta es una forma más fina, aprovechar todas sus posibilidades, su polifonía. Cuando empecé a conocer el mundo de la guitarra dije, yo quiero dedicarme a esto, no sabía qué era lo que iba a hacer, pero yo quería dedicarme a tocar la guitarra.

¿Qué pasa por tu mente cuando el tocas la guitarra, o por tu sangre, o por tu corazón?
…Bueno, lo primero que hago cuando escucho la guitarra, donde sea que esté, caminando por la calle, siempre me llama la atención, trato de imaginar qué es lo que está tocando el guitarrista, qué acorde o qué sonidos y en qué parte de la guitarra, para mí es un sonido muy agradable y siempre es muy llamativo, donde sea que esté y escuche una guitarra mi pensamiento se dirige a eso. A mí me gusta escuchar la guitarra y sufro mucho cuando una guitarra está desafinada.

Llega un momento en que te dedicas a componer, ¿qué te llama para dejar de ser un ejecutante y empezar a crear?
Bueno, la licenciatura que yo estudié se llama licenciatura en artes musicales, y prácticamente es darle al artista otras herramientas para desenvolverse en el mundo real, la idea de esta licenciatura no era ser solamente un ejecutante, sino tener otras herramientas como la orquestación, el arreglo, la grabación, que alguno de mis compañeros dijeron esto para qué me va a servir, porque estaban muy enfocados hacia la interpretación musical y yo dije, bueno, a mí sí me puede servir y puse mucho interés a estas asignaturas, como la investigación, la grabación de audio, de hecho el disco que se está vendiendo acá y que se puede conseguir en spotify, en apple music y en todas esas plataformas, yo mismo hice la producción, excepto el arte visual, pero en general todo lo que se oye, yo lo hice.

El artista, orgulloso de su cultura yucateca. Foto: Fin de Semana


En lo que compones, observé que tienes un cierto cariño, amor u orgullo por Yucatán, por eso quiero preguntarte, ¿qué te inspira para componer?
Bueno, una de las cosas que me llama mucho la atención es la preservación de las cosas, la preservación de las costumbres, siempre que sean agradables, porque hay otras que no, y digo eso no, pero en el caso de la música que poco a poco se ha ido perdiendo y a mí me parece que es una música muy bonita, muy bien hecha, no es para nada trivial la trova yucateca, bueno, hay ciertas canciones de tres tonos y ya, pero hay muchas canciones que son muy difíciles. No quiero decir que soy el próximo Leo Brauer  o el próximo Mangoré, compongo para mí, compongo porque yo quiero hacer esa música y mis composiciones han salido de un juego, de la improvisación, algunas del reto de hacer una clave, de hacer una jarana y las hago para la gente que más quiero. El vuelo de la mariposa se lo dediqué a mi esposa, El vals está dedicado mi mamá, de repente algún regalo para la gente que yo quiero, la suite yucateca se la dedico al maestro Alfredo Gamboa, que me inició en la trova yucateca. Es que la música es mi vida, yo pienso en música, escucho música, hago música, toco música, como música, es todo lo que hago, y todo lo que hago gira alrededor de la música. Hago muchas cosas, por ejemplo con el maestro Manuel Rubio, que fue mi maestro por diez años, empezamos a trabajar juntos, eso me motivó también a crear obra, dije bueno voy a hacer un Viaje a Yucatán, qué es una obra en cinco movimientos, que también fue mi primer intento de poner este estilo de la trova yucateca para la guitarra. Es como decir, no hay y quiero tocarlo, entonces yo lo hago, si no hay, pues yo lo hago.

¿Piensas en el público?
Siempre pienso en el público, eso comentaba con el maestro Miguel Bernal. A veces pienso la música, de darle algo al público que le pueda gustar, que yo considero que es como agradable, que no sea tan complicado.

Decías es qué la música de guitarra es algo refinado, ¿se necesita preparación para escucharla, para entenderla, sobre todo la más académica?
No he hecho música tan académica que no se pueda digerir, trato siempre que ese lenguaje sea accesible, pero también que no sea tan trivial, que no sea sólo escuchar dos acordes, pienso que el público siempre deberá apreciar y no diga qué es esa cosa. Hay una serie de piezas que sí son medio misteriosas o extrañas, pero cuando las tocó tengo que hablar sobre ellas, decirle de qué se trata, entonces el público entra en ese ambiente de la cultura maya y ya lo escucha con otro sentido, y dice ah, mira, allí se escucha esto, allí se escucha lo otro.

De acuerdo Víctor, aunque entiendo que el mundo real, según decías hace un momento, el mundo real que tú ves, puede no ser el mundo real que ve el público. ¿Cómo haces para empatar?
Jajaja…, bueno, siempre trato de tener esta comunicación verbal con el público, siempre trató como en este concierto aquí en Aguascalientes, yo soy yucateco y obviamente me preguntan por qué no hablas como yucateco, no me van a entender muy bien, entonces esa comunicación con el público, el tratar de ponerlos en sintonía, decirles bueno esta es mi cultura, se las comparto y espero que la reciban, trato de explicar mi cultura para que la reciban.

¿Tu cultura te inspira?
Bueno, yo creo que sí, soy muy orgulloso de mi cultura porque es muy vasta, en cuestión de leyendas, en lenguaje, en la música, en la comida, el mismo entorno, ver en unas estaciones, en la calle, árboles con puros tonos rojos y amarillos preciosos como el framboyán, la tabebuia, ver las ceibas enormes, como sueltan esta pelusa que tienen, me gusta el entorno en que vivo. Es como esa parte de ser yucateco.

Y lo llevas con orgullo.
Sí, lo llevó con orgullo y siempre me gusta compartir. Yo tengo gente conocida en muchas partes del mundo y yo siempre digo que Mérida es la ciudad perfecta, salvo por el calor… Jajajaja, si no fuera por el calor sería la ciudad perfecta. Fuera de eso, es una ciudad bastante segura, la gente somos tranquilos, solidarios también. Yucatán en muchos aspectos es muy conservador también, supongo que tiene que ver la parte histórica, Yucatán era otra capitanía de España, en dos momentos se separó de la República, siempre nos dicen es como otro país y realmente sí, pareciera otro país.

¿Y todo eso lo llevas a tu música?
Pues es parte de mi vida, entonces tiene que estar reflejado.

¿Cómo te ves en diez años?
Es una pregunta muy difícil, porque no sé cuál de las cosas que estoy haciendo me va a llevar a dónde. Ya he tocado en Europa también, en distintas ocasiones, en este momento estoy en una gira por toda la República, esto era un sueño hace muchos años, y ahora ya lo estoy viviendo, lo estoy realizando, ya lo estoy llevando a cabo y en diez años no sé qué voy a hacer.

¿Qué sueñas?
Pienso estudiar una maestría en música, en composición ahora sí, pienso seguir desarrollando la composición de la música yucateca, pero también otras cosas de lo académico, ya no tan populares, pero seguir manteniendo ese estilo y tal vez tener algunas composiciones orquestales, más finas, las que hice hace unos años estaban todavía muy verdes. El lenguaje que yo conozco es el de la guitarra, que he estudiado por más de quince años, lo otro me es un poco ajeno, pero pienso entrar a ese mundo y dar a conocer mi trabajo. Tal vez en diez años ya tenga una obra, un concierto para guitarra por ejemplo, no sé si siga viviendo en Mérida, es como muy incierto porque me dedico a muchas cosas, estoy tocando, componiendo, como productor musical, produciendo discos, con el grupo de Trova Son, el grupo que tengo donde tocamos trova yucateca, tradicional y contemporánea, entonces son demasiadas cosas, los proyectos con soprano, con flauta, es bastante trabajo. No sé realmente como verme en diez años, pero sí seguir trabajando mucho, es como muy incierto para mí.

¿Cómo ves el estado de la música y en particular de la guitarra en México y en Yucatán?
México yo siempre lo he visto como un país guitarrístico, hay muchísimo nivel, hay muchísimos jóvenes que están sobresaliendo, en el caso de Yucatán tenemos a Cecilio Perera que es el mayor exponente de la guitarra, pero hay otros, está Robin Blanco, que hace fusiones entre el rock, jazz, guitarra clásica. Yucatecos hay muchos, está Francisco Méndez, quien radica actualmente en Viena, Iván Adriano que está radicando en París, hay muchísima competencia. De repente igual empiezan a surgir estos guitarristas compositores como yo, por ejemplo está el maestro Ernesto Hernández Luna Gómez, que es de Veracruz. En Yucatán estamos en pleno desarrollo porque antes de que llegara el maestro Rubio, estaba un australiano, Antony Lamont, pero antes de eso no había una real profesionalización, la Escuela Superior de Artes de Yucatán abrió sus puertas en el año 2004 y es una institución bastante joven y sabemos que los procesos culturales lleva muchísimos años para cuajar bien. Yo siento que de repente hemos dejado de lado la música nacional, a Manuel María Ponce, a Ernesto Luna Gómez, que tiene obras muy bonitas, hay muchos compositores que se quedan sus partituras allí y nadie los toca, nadie los pela. En mi caso yo toco mi propia música, porque digo, yo tengo que ser el promotor de mi propia música y sí ha habido buena respuesta, a los guitarristas les ha gustado y varias personas me han pedido mis obras a través de la página de facebook. La verdad siempre les digo que están a la venta los libros, pero lo que les vendo es el papel, yo no tengo ningún problema con mandarles mis obras en pdf, para mí es más valioso que se toque mi música, el dinero viene y va, y sí, es para nosotros el apoyo para seguir produciendo, pero no lo más importante.

Permíteme tratar de cerrar, ¿te compró tu guitarra tu papá?
No, bueno, después de que aprendí a tocar sí cumplió con comprarme una guitarra, pero después de un tiempo a él no le pareció que yo me dedicara a la música, después todo ha sido por mi cuenta, yo mismo me pagué mi carrera de música, yo me he comprado guitarras de concierto, que son caras, digamos que sí cumplió con esa primera parte, pero ya que vio que iba en serio se echó para atrás. Es la idiosincrasia, muy generalizada, sobre todo en pueblos, de músico te vas a morir de hambre, pero bueno, sabiéndolo llevar todos podemos trabajar de lo que queremos, por ejemplo cuántos médicos hay que están trabajando como taxistas, a un abogado que está en un puesto en perros calientes, pues bueno, el tener un título universitario no te garantiza nada, en esa medida le echa uno más ganas y va teniendo como éxito, va cumpliendo sus metas y se ve realizado cuando uno hace las cosas que le gustan.

¿Y ya hiciste las paces con tu papá?
No, aún no.

¿Con tu mamá?
Con mi mamá sí, ella siempre me ha apoyado en todo momento, pero mi papá no le gusta que me dedique a la música. Yo sigo mi camino, estoy muy contento con lo estoy haciendo, bueno, es tener esa convicción de decir yo hago lo que yo quiero y lo he estado haciendo.


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