No somos pobres, somos un país ignorante: Xalbador García

Presentación de su nuevo libro en Aguascalientes

·         Lo verdaderamente importante en mi vida son las personas que me rodean
·         Me inspira la pasión, yo no puedo vivir sin pasión

Por Jorge Luis Heredia

El escritor Xalbador García, originario de San Luis Potosí y al que un día la pasión lo llevó a enamorarse de una escritora cubana, que se lo llevó a vivir a Miami, dice que el libro también salió de una pasión y es que, asegura, no puede vivir sin pasiones. El origen de sus pasiones ocurrió hace 17 años ante la muerte inesperada de un amigo suyo, joven, fuerte, deportista. Así, de repente, después de salir de la alberca, murió de un ataque cardiaco.

Xalbador García en la presentación de su libro Leopoldo María Panero 
o las Máscaras del Tarot. Lo acompaña Alan Santacruz.

Y eso irremediablemente le cambió la forma  de ver la vida. Así, de pronto, descubrió que precisamente su vida no tenía sentido sin las pasiones y una de sus grandes pasiones es la literatura y la pasión por la literatura lo llevó a Leopoldo María Panero cuando un profesor le contó que en España había un poeta loco, que seguía vivo y de allí en adelante no paró hasta que un día sin más llegó a las Palmas de la Gran Canaria a entrevistar en el manicomio a Leopoldo María Panero.

El libro no nació de esa entrevista, ni de sus estudios sobre las Máscaras del Tarot, sino de la maduración de ambos temas y diez años de gestación. Pero el libro estaba maldito, porque lo presentó a varias editoriales y todos le decían que qué buena obra, que enseguida la iban a publicar, pero o quebraba la editorial o el editor huía del país por problemas de infidelidad, por lo que no era posible su impresión. Finalmente, dice Xalbador, “comprendí que este libro estaba buscando su lugar”. En Miami, donde actualmente radica, se encontró con una vigorosa comunidad literaria que finalmente le permitió que el libro fuera editado.

El Museo de Aguascalientes es el lugar de la presentación. Es la tarde del viernes y poco a poco llegan los interesados en el libro Leopoldo María Panero o las máscaras del Tarot, y en la sala, con las obras del pintor José Castro Leñero como testigos de honor, inicia la presentación.

“El libro que hoy se presenta, dice Alan Santacruz, retrata a Panero con dureza, con crudeza y –por tanto-, con verdad. Esto es importante, porque en todo el texto se rodean de tres términos: la crudeza, la muerte, y la verdad, todo a través de los ojos de un loco, Panero; o de dos, porque Xalbador García no alcanza a salir exento”.

Jonatan Frías, en su turno, comenta que Xalbador García escribe la biografía de Panero como Stefan Sweig, lo que invita a leer el libro. Frías explica que el autor nos lleva de la mano con su escritura porque sabe a dónde va, pero quien juega las cartas es el propio lector, ya que Xalbador García sólo las barajea, así, quien se mete a leer el libro puede hacer su propio juego.

Quedan algunas preguntas en el aire sobre la historia del libro y del escritor, por lo que solicito una entrevista a Xalbador García, para el blog Fin de Semana y acepta enseguida. Aquí está, de manera íntegra.

¿Es requisito ser un erudito para ser un escritor?
Yo creo que si alguien quiere ser un escritor profesional tiene que conocer su tradición, primero mexicana, regional y, latinoamericana y posteriormente universal. Lo que pasa con muchos escritores es que piensan que están descubriendo la gran obra que nadie ha escrito porque desconocen su tradición, cuando hace 200 años alguien escribió algo mucho mejor, con la misma idea. Yo creo que el gran requisito para ser escritor es ser un gran lector.

Por ahí en una entrevista se refería Panero a los españoles como sudorosos obsesionados con el fútbol y con los toros por culpa de la represión sexual. Me quedé con esa idea ahorita que tú mencionaste que te gustaba el futbol. ¿El futbol es una representación del machismo? ¿O incluso puede ser una representación de la represión sexual que existe en México?
Nunca lo había pensado. A mí me gusta el fútbol como me encanta el béisbol y el voleibol. Yo vengo de una familia muy deportista y de un barrio muy deportista y se tiende al deporte, me gustan mucho los deportes, pero el deporte que más me gusta que es el fútbol, nunca lo había visto de esta manera, como una represión y bueno, en México existe un gran impulso al futbol femenil. Y lo que yo sí puedo ver es que en el fútbol se pueden reflejar muchos de los traumas, las características y la esencia de las sociedades. El futbol mexicano no es casualidad que esté así con estos problemas económicos a veces y otras de ánimo, a veces intelectuales, no es casualidad, porque es el reflejo de la misma sociedad. Yo estoy terminando un libro ahorita, sobre el futbol mexicano, que es un análisis de la sociedad mexicana a partir de su fútbol.

¿Y qué has descubierto?
He descubierto, por ejemplo, que hay historias que nunca se nos cuentan de una manera fidedigna. Hay una especie de ocultamiento del verdadero poder que hay en el futbol mexicano. Al mismo tiempo, estamos arrastrando muchos fantasmas que ni siquiera existían. Por ejemplo, ¿sabías que la selección mexicana es la tercera más poderosa del mundo en lo económico? Después de Brasil y Alemania. ¿O que las primeras ganancias de la FIFA por la vía del turismo son de los mexicanos? Todas estas cuestiones que uno no sabe, y uno se empieza a preguntar pero por qué, si somos un país pobre y uno se pregunta, ¿de verdad somos un país pobre? Entonces allí empiezas a responderte muchas cosas.

Y qué dices, ¿somos un país pobre?
No, somos un país ignorante. Los mexicanos no conocemos el gran poderío de México, ese es el gran problema. A los mexicanos nos cuesta mucho pensar en nuestra situación. La gente que lo ha hecho, por ejemplo muchos escritores de mi generación conocen muy bien a muchos filósofos extranjeros y deslumbran en sus conferencias, pero son filósofos que al final de cuentas pensaron sus realidades. ¿Qué está pasando con el PRI o con la cuestión política o social de México? Visitamos extranjeros siempre. Tenemos doscientos, trescientos o cuatrocientos años de grandes pensadores en México. Hay gente que ya nos dijo por qué estamos arruinados, hay unas conferencias de Cosío Villegas incluso antes de que fuera el PRI y que te dicen porque el país está podrido, desde allí, no conocemos nuestro país, nos da pereza pensar. El poderío cultural en México es tremendo y no lo ves hasta que te vas a vivir a otros lados.

Si México es un país ignorante, dime ¿de dónde sale ese poderío y quién lee?
Yo creo que hay mucha gente que lee. Mira, te voy a hacer una historia. En nuestra historia oficial se refleja una historia llena de fracasos, de batallas fracasadas. El 5 de mayo les ganamos a los franceses, pero les ganamos una batalla. La guerra nos la ganaron y al final de cuenta tuvimos un imperio, el de Maximiliano. ¿Y si yo te dijera que hay una historia que no se sabe de un México que conquistó oriente, que el fundador de Filipinas es mexicano, que había mexicanos que se iban a la colonia a tratar de invadir el imperio chino, que hubo peleas contra piratas chinos y contra samuráis… ¿Qué me dirías? Lo primero, que se trata de una fantasía y que no existe. Durante 250 años México fue el corazón del mundo económica y políticamente. ¿Por qué nadie nos lo contó? Yo creo que fue una cuestión política, después de nuestra independencia, las élites se dieron cuenta que había un pueblo de guerreros, un pueblo que podría conquistar el mundo y que no le podía decir que eran ellos. Tenían que señalarlo como un pueblo de ignominia. A la fecha, nos sigue dando vergüenza decir que nos conquistaron los españoles, pero, ¿nos conquistaron los españoles?, ¿nosotros somos aztecas? Ese fue un choque entre dos continentes, pero allí viene una cuestión psicológica, nosotros somos los que perdemos, somos los que no podemos enterarnos. Es una cuestión mental y no una cuestión real. Yo, cuando a mis amigos les cuento lo que hay en cultura acá, se quedan fascinados, amigos de literaturas tan fuertes y vigorosas como la Argentina o la cubana, con artistas tremendos. Cuando tú me dices, ¿cuál es el poderío? Aquí está pero no lo vemos. Los poetas somos escritores y vamos a manifestarnos en contra de las autoridades, cuando tu trabajo no está allí, tu trabajo es escribir.

Decías que escribir es una profesión, así como Ibargüengoitia decía que es un trabajo como cualquier otro, entonces, ¿sólo es cuestión de ponerse a trabajar y punto?
Es ponerte a trabajar. Lo único que tienes que hacer para ser escritor es escribir. Leer mucho y escribir, escribir y escribir. 

Bueno, quiero regresar un poco al asunto del fútbol, porque entonces no hay una correspondencia entre la riqueza que mencionas del futbol mexicano y sus éxitos…
Eso es lo que yo quiero develar en mi libro, qué pasa. No te quiero dar la conclusión porque si no se me fastidia. Pero sí, no hay una correspondencia.

Siguiendo las ideas de Panero, también decía que el ocultismo es fantasía, pero también son fantasía muchas cosas como la democracia. ¿Tú cómo ves esa fantasía como escritor que radica en Miami?
Mira, yo creo que tuvimos un momento importantísimo, democráticamente hablando, en el año 2000. No lo aprovecharon los gobernantes. No lo aprovechó Fox, no lo aprovechó el Pan, pero creo que allí también nos faltó y nos está faltando. En este momento estamos en un momento muy peligroso que nos puede llevar a escenarios del pasado. El PRI que nos gobernó durante 70 años, que si algo tenía de bueno era que había un sentimiento de nacionalismo. Los nuevos priistas no tienen ese sentimiento, no les interesa México, ellos se educaron en el extranjero. Nos pueden llevar a panoramas muy, muy arcaicos, muy anacrónicos. ¿Qué es lo que nos está faltando?, el ciudadano, necesitamos ciudadanos, no solamente que se hagan responsables de su vida sino que participen pensando en el bien común en acciones democráticas y políticas. Ese es el gran problema, no tenemos ciudadanos. La gente que participa en política, la gran mayoría es gente que está buscando sus propios intereses. Pero eso ya no soporta más, si no vemos por el bien común, ya no habrá nada para nadie.

Xalbador, algo más trivial y a la vez profundo, ¿cómo te informas tú? ¿Lees noticias en medios digitales o en papel?
Mira, pues ahora ya en digitales. Es imposible para mí tener acceso al papel en Estados Unidos. Mis lecturas diarias, digamos, el New York Times, ese lo leo porque estás avecindado y tienes que saber lo que está pasando, la BBC de Londres y de México leo a Carmen Aristegui, El Universal y La Jornada y a veces veo a Ciro Gómez Leyva nada más para saber qué hay del otro lado.

¿Qué te inspira?
La pasión, me inspira la pasión, yo no puedo vivir sin pasión.

¿Y ahorita cuál es tu pasión?
Es la literatura, es la manera en que decidí vivir, es el medio que me da de comer, que me sufraga las necesidades básicas, pero también es el medio que me ha llevado a darme cuenta de lo verdaderamente importante en mi vida son las personas que me rodean, mi esposa, una escritora cubana, mi familia, mis amigos y sobre todo algo que se ha perdido mucho que es el reencuentro con la comunidad, esto, conocer personas nuevas en diferentes geografías es algo que me parece muy importante, que me parece maravilloso y eso me lo ha dado la literatura, conocerte a ti, por ejemplo, poder tener esta charla, eso es la pasión.


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